Hijos de madres adolescentes bordean los 30 mil en 2014 y marcan cifra más baja en 15 años
<P>Según cifras del INE, los niños de madres menores de 19 años alcanzaron el 12% del total de nacidos. Cifra revela baja sostenida desde 2008, cuando se llegó a peak de 16,6%.</P>
La realidad del país está mostrando diversas tendencias, construidas mediante cambios culturales y sociales, apoyados por políticas públicas. Una de éstas es el embarazo adolescente, que en 2014 marcó un hito: los 30.306 hijos de madres menores de 19 años alcanzaron el porcentaje más bajo del total de nacidos, en los últimos 15 años.
Así lo revelan las últimas Estadísticas Vitales publicadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que indican que en 2014, de los 250.997 nacidos, el 12,1% correspondió a madres adolescentes, lo que constituye la menor cifra desde 1999 (ver tabla). Además, los datos confirman la baja sostenida que se registra desde 2008, cuando los 40.927 lactantes producto de embarazos juveniles alcanzaron el 16,6% del total de niños (ver infografía).
A juicio de los expertos, la disminución de los hijos de mujeres menores de 19 años sería resultado de las políticas de salud que comenzaron a implementarse hace unos 30 años. "Se trata de un impacto directo de la labor mantenida por el Ministerio de Salud en el tema de la sexualidad reproductiva hace décadas", explica Ramiro Molina, especialista en obstetricia y ginecología y académico de la U. de Chile. Agrega que, asimismo, "las familias han tomado más conciencia de que las jóvenes necesitan ayuda e información para prevenir el embarazo".
Según Molina, "en 1980 empezó el debate sobre la necesidad de atender el embarazo en este rango de edad", y en la década de los 90, la discusión se expandió al uso de anticonceptivos. "Fue el inicio de los documentos y planes para abordar esas edades, como estrategia para prevenir el embarazo".
Según datos del Departamento de Estadísticas e Informaciones del Ministerio de Salud (Minsal), el año pasado un total de 201.095 jóvenes de 19 años y menos accedieron gratuitamente a distintos anticonceptivos, es decir, un 27% más que en 2010, cuando eran 158.571 los adolescentes en planes de control de fecundidad.
A la par, la pastilla anticonceptiva de emergencia (PAE), más conocida como píldora del día después, también subió su entrega, en un 71%, entre 2013 y 2015.
Para Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas, el uso de anticonceptivos y la disminución de los embarazos adolescentes está directamente relacionado: "Era una gran preocupación y la labor que se realizó para que las jóvenes accedieran a estos métodos ahora se está viendo". Añade que se trabajó de manera integral con colegios municipales para acercar estos servicios, frente a la falta de conocimiento sobre los distintos métodos.
El embarazo en jóvenes es considerado una problemática social, pues, según el Minsal, tiene diversas consecuencias en las menores, como falta de oportunidades y aplanamiento de las perspectivas de vida, tanto para ella como para su hijo y su núcleo cercano. "Muchas jóvenes no tienen suficiente información, por lo que es importante ayudarlas a prevenir estos embarazos", dice Román.
Desafíos y estrategias
Una de las políticas en régimen es el Programa Nacional de Salud de Adolescentes y Jóvenes, donde se entregan recomendaciones, con énfasis en la salud sexual y reproductiva.
Así, se han desarrollado estrategias como el control de salud integral de adolescentes, mejoras en el acceso a métodos de regulación de fertilidad y los "espacios amigables" en los consultorios, dirigidos, especialmente, a los jóvenes y que atienden de 17.00 a 20.00.
Según explica Bernardo Martorell, jefe de la División de Atención Primaria del Minsal, estos espacios están dotados por profesionales de la salud y poseen condiciones para facilitar el acceso a los adolescentes. "Atienden, por ejemplo, después de los horarios del colegio. Ahí pueden aclarar las dudas que tienen y también pedir métodos anticonceptivos",
Carolina Acela, jefa del Departamento de Ciclo Vital del Minsal, sostiene que estas iniciativas se hacen necesarias, porque "a los adolescentes, en general, les cuesta tener confianza para acercarse a los centros de salud a pedir consejería. Por eso, hay un enfoque personalizado, que varía según sus dudas y otros factores".
A pesar de la disminución de estos embarazos, para los especialistas aún existen brechas que se deben abordar. Constanza Fernández, socióloga investigadora de la Corporación Miles, afirma que "hay que seguir cambiando el enfoque en la salud sexual. Hay muchos profesionales de la salud que consideran que una adolescente de 12 años es una niña, pero no lo es, ya está iniciando su adolescencia".
La profesional añade que también "se necesita un acceso aún mayor para la población con la información necesaria sobre las alternativas de anticonceptivos y una consejería previa sobre estas opciones. Falta mayor difusión de estos métodos, más allá de las pastillas y los preservativos".
En la misma línea, Molina afirma que es necesario fortalecer la educación sexual: "En Chile no tenemos ley de educación sexual, y los colegios que la cubren no son todos, sólo algunos segmentos tienen acceso a ésta. El 70% de los establecimientos no tienen, y ni siquiera los profesores tienen la capacitación para tratar el tema".
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