Histórica victoria opositora en Japón pone fin a cinco décadas de gobierno liberal demócrata

<P>Luego de gobernar casi interrumpidamente desde 1954, el PLD perdió abrumadamente las elecciones parlamentarias de ayer. El líder de la colectividad, el actual primer ministro Taro Aso, reconoció la derrota. Ahora será Yukio Hatoyama, del Partido Democrático, el encargado de formar el nuevo gobierno.</P>




En un hecho histórico, que incluso algunos han calificado de "revolución", el opositor Partido Democrático (PD, centroizquierda) de Yukio Hatoyama se adjudicó el triunfo en las elecciones parlamentarias de Japón, alcanzando 308 de los 480 escaños en disputa, convirtiendo al oficialista y conservador Partido Liberal Democrático (PLD) en, apenas, una fuerza secundaria, con apenas 98 asientos.

El primer ministro, Taro Aso, asumió su responsabilidad en la derrota y anunció que dejará el liderazgo del PLD, colectividad que gobernó Japón desde 1955 -salvo 10 meses entre 1993 y 1994- y que se vio golpeada en los últimos años por la crisis económica, los casos de corrupción y por problemas de gobernabilidad. Esto ensombreció los años en que el PLD fue la fuerza que le dio estabilidad al país, cuando consiguió altas tasas de crecimiento en los años 60 y 70.

"Es el triunfo del pueblo. El resultado electoral refleja el enfado de los votantes con la coalición gobernante", comentó luego de la victoria Hatoyama, de 62 años, quien levantó su carrera política en el PLD, cuyo abuelo fue primer ministro y su padre y hermano ocuparon carteras ministeriales.

Durante la campaña, tachada por algunos de populista, el líder democrático prometió reducir la burocracia, elevar las prestaciones sociales y poner fin a los impuestos de las escuelas superiores y las autopistas, repitiendo constantemente la palabra "pueblo" en sus discursos. Sin embargo, la elevada deuda pública del país, cercana al 200% del PIB, hacen peligrar sus promesas, aunque muchos analistas dicen que el recambio que provocará su elección podría darle un nuevo impulso a alicaída economía, que ve peligrar su categoría de segunda potencia del mundo a manos de China.

Composición heterogénea

"Yo represento el enfado del pueblo japonés", subrayó Hatoyama, quien anunció que, a pesar de contar con una abrumadora mayoría, gobernará en coalición con el izquierdista Partido Social Demócrata (PSD) y el Nuevo Partido del Pueblo, formado por desencantados del PLD.

Si los resultados de ayer fueron un terremoto en Japón, dentro del PLD fueron un cataclismo. Según los analistas, la "anarquía" con que esa tienda política condujo las riendas del país en la última legislatura -tuvo cuatro jefes de gobierno en cuatro años- no sólo le pasó factura a Aso, sino que importantes e históricas figuras del partido perdieron sus escaños, como el actual ministro de Finanzas, Kaoru Yosano, y el ex canciller Nobutaka Machimura.

El PD no sólo contará con la mayoría en la Dieta, pues ya controla el Senado desde 2007. Sin embargo, la composición heterogénea de la colectividad, que integran sindicalistas, socialdemócratas y ex liberales demócratas, pueden hacer peligrar los consensos a la hora de tomar decisiones.

En las relaciones exteriores también se esperan cambios. Una de las prioridades de Hatoyama será reposicionar a Japón como referente de desarrollo y para eso no se descarta que se aleje de Estados Unidos y cree nuevos puentes con Europa e incluso Rusia. Sin ir más lejos, uno de los primeros anuncios de Hatoyama fue que buscará una salida para el enfrentamiento que Tokio mantiene con Moscú por el control del archipiélago de la Kuirles y que ambos demandan.

Hatoyama podría asumir como primer ministro en dos semanas.

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