Holanda, de modelo económico en Europa a nuevo símbolo de la crisis inmobiliaria
<P>Es el más endeudado de la eurozona. Sus bancos tienen 650 mil millones de euros en préstamos.</P>
Holanda, el principal aliado de Berlín en impulsar una mayor disciplina presupuestaria en Europa, cayó también en una crisis económica. La alguna vez ejemplar economía se vio afectada por sus inmensas deudas y el estallido de una burbuja inmobiliaria, lo que ha estancado el crecimiento y puesto en peligro los empleos.
Los bancos de Holanda han inyectado miles de millones en préstamos al mercado inmobiliario privado y comercial desde los 90, sin asegurarse de que los solicitantes tuvieran garantías suficientes.
Los compradores privados de vivienda, por ejemplo, podían encontrar fácilmente bancos que financiaran más del 100% del precio de una propiedad. En vez de pagar sus préstamos, normalmente los solicitantes ponían parte del dinero en un fondo de inversión, esperando las ganancias mes a mes. Eventualmente, el dinero sería usado para pagar el préstamo, al menos en parte. Rápidamente se volvió habitual esperar que el valor de una determinada propiedad se elevara sustancialmente. Muchos ahorrantes holandeses esperaban que la reventa de sus hogares generara suficiente dinero para pagar los préstamos, junto con saludables ganancias.
Hace más de una década, el banco central de Holanda reconoció los peligros de esta euforia, pero sus advertencias no fueron atendidas. Recién el año pasado, el nuevo gobierno, bajo el primer ministro Mark Rutte, modificó los generosos vacíos tributarios, que gradualmente comenzaron a expirar en enero. Pero ahora, ya casi no hay tiempo. Ningún país en la eurozona está tan profundamente endeudado como Holanda, donde los bancos tienen en total unos 650 mil millones de euros en préstamos hipotecarios en su contabilidad. Las deudas de los consumidores equivalen a cerca del 250% del ingreso disponible. En comparación, en 2011, incluso, los españoles alcanzaron solamente un ratio de deuda de 125%.
Holanda es aún uno de los países más competitivos de la Unión Europea, pero ahora que la burbuja inmobiliaria estalló, amenaza con echar abajo toda la economía. El desempleo está en alza, el consumo a la baja y el crecimiento detenido. A pesar de las rigurosas medidas de austeridad, este año el gobierno en La Haya violará el criterio de déficit de la UE, que prohíbe nuevos endeudamientos mayores al 3% del PIB.
Esto es una carga pesada, especialmente para el ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem, quien es también el presidente del Eurogrupo, y que ahora se ve en el inesperado rol de ser el perro guardián de la unión monetaria y, a la vez, candidato a la crisis. Aparentemente, los 46 mil millones de euros en medidas de austeridad no son suficientes para mantenerse dentro del límite de deuda de la UE. Aunque Dijsselbloem ha anunciado otros US$ 4.300 millones en recortes al servicio público y la asistencia médica, esto sólo tendrá efecto en 2014. "En estas situaciones se desarrolla un ciclo vicioso", dice Jörg Rocholl, presidente de la Escuela Europea de Gestión y Tecnología de Berlín y miembro del consejo de académicos que asesora al Ministerio de Finanzas de Alemania. "Los clientes tienen demasiadas deudas y no pueden pagar sus créditos. Esto ocasiona problemas a los bancos, que ya no pueden proporcionar suficiente dinero a la economía. Esto lleva a un deterioro de la economía y a un alto desempleo, lo que vuelve aún más difícil el reembolso del préstamo".
Los holandeses han sido por largo tiempo los ahorrantes más diligentes de Europa y en la crisis muchos mantienen su dinero, incluso, en forma más severa, lo que también es dañino para la economía. "Uno de los principales problemas es la caída del consumo", dice Johannes Hers, de la Oficina de Análisis de Política Económica de los Países Bajos (CPB), en La Haya, el consejo de expertos del Ministerio de Economía. Su oficina espera una caída de un 0,5% en el crecimiento para 2013. Unas 755 compañías se declararon en bancarrota en febrero, la cifra más alta desde que comenzaron los registros, en 1981. Actualmente, el sector bancario está despidiendo a miles de empleados.
Así, en febrero, el gobierno se vio forzado a nacionalizar el Banco SNS, el cuarto más grande del país, porque tenía una gran cartera de pagos atrasados en préstamos comerciales inmobiliarios.
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