Hombre fue diagnosticado de falso coma por 23 años
<P>Tras un accidente de tránsito, en 1983, fue declarado en estado vegetativo. Pero nuevas pruebas demostraron, este año, que no tenía daño cognitivo. De hecho, ya se comunica a través de un PC y planea escribir un libro.</P>
Más de dos décadas de su vida pasaron frente a él sin que pudiera dar una sola señal. Y es que, pese al diagnóstico de coma entregado a sus familiares hace 23 años, el belga Rom Houben escuchaba todo lo que decían a su alrededor. Desde los análisis médicos hasta los comentarios de sus parientes y amigos. Pero no tenía medios para dar a conocer su calvario. Hasta este año cuando su madre -que en cinco oportunidades lo llevó a EEUU en busca de otras opiniones médicas- dio con el neurólogo Steven Laureys, de la Universidad Belga de Liege, quien tras un estudio tridimensional de su cerebro develó la verdad: Rom nunca estuvo en coma ni inconsciente.
El examen al que fue sometido en 1983 -tras sufrir un grave trauma producto de un accidente automovilístico- determinó que Rom se ubicaba en los niveles más bajos de la llamada escala de coma Glasgow, que monitorea el nivel de conciencia a través de señales como apertura de ojos de forma espontánea, ante una orden o dolor, o respuesta motora y verbal.
El nuevo estudio, al que fue sometido por el neurólogo belga, fue más allá. Con tecnología en tres dimensiones -y enviando un haz lineal de positrones, algo así como un rayo en que va un átomo tras otro- logró medir cómo cambiaban los flujos de sangre entre distintas áreas del cerebro, lo que refleja cuál zona está trabajando o activa. Algo que claramente ocurría con Rom.
Falso coma
Sorprendidos por la noticia, su familia y los especialistas comenzaron a buscar una manera a través de la cual Houben pudiera comunicarse. Esa acción, indica David Sáez, subjefe de Neurología del Hospital Barros Luco y académico de la U. de Chile, puede realizarse aprovechando "cualquier función residual de un músculo que le permita activar un mecanismo para hacerlo".
Es así cómo un dispositivo tecnológico le permite comunicarse a través de un computador. "Quiero leer, hablar con mis amigos y disfrutar de la vida ahora que la gente sabe que no estoy muerto", indicó Houben al diario alemán Der Spiegel, que difundió la noticia.
Encerrado en su cuerpo
Manuel Campos, neurólogo de Clínica Las Condes, explica que en algunos casos el daño de un traumatismo puede generar diagnósticos errados, ya que al afectar sólo el tronco cerebral, pero no los hemisferios cerebrales, la persona queda en un estado similar al coma, aunque consciente.
"Son los llamados pacientes con enclaustramiento. Parece que están en coma, pero no lo están, porque el paciente tiene preservación de funciones cerebrales", dice el neurólogo David Sáez. En casos extremos, cuando el daño es mayor, incluso estos pacientes ni siquiera tienen reflejos oculares. Eso podría llevar a pensar que tiene muerte cerebral.
Por eso, Campos dice que la evaluación correcta del coma debe incluir un monitoreo a través de exámenes de electroencefalograma continuos, que permitan establecer el estado de las funciones cerebrales.
¿Podrían ser donantes de órganos? Sáez dice que "esa posibilidad no existe, ya que debe declararse una causa del coma, como una lesión importante estructural, que debe ser certificada".
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