Hora de sintonizar The West Wing
Junto con querer hacerlo bien y pasar a la historia por algunos cambios revolucionarios, el objetivo de un gobierno debe ser consolidar una mayoría decisiva que lo respalde. Para esto tiene poco tiempo y, por lo mismo, debe saber aprovechar todas las oportunidades para mejorar la percepción que, en la actualidad, tienen los ciudadanos acerca de la centroderecha, sus partidos y sus dirigentes.
Como todo tema de estudio, la comunicación política posee conocimientos específicos, que van más allá de los propios de la política, el marketing y el periodismo. Si bien aún es temprano para realizar cambios en los equipos -aunque algunos ya los mencionen-, tampoco debe ser un asunto tabú ni traumático.
Lo natural en comunicación es que existan los "fusibles". Cada día que pasa se podrá responsabilizar menos al terremoto de los problemas de gestión, por lo mismo, sería el momento de empezar a corregir las fallas o falta de comunicación que, de distintas formas, han reconocido desde el Presidente hasta algunos de sus parlamentarios.
El 21 mayo, el gobierno tiene la oportunidad de iniciar una nueva etapa, tomando la iniciativa en aquellos temas que le interesan, como proyección y diferenciación. Mientras tanto, una solución rápida podría ser que algunos vean más televisión. Que arrienden algunas temporadas de Dr. House y todas las de The West Wing.
Siguiendo The West Wing, verán que se requiere actitud, estrategia y una gestión integrada. Es necesario que la comunicación sea una actitud permanente, que exige capacidad, algo de talento, pero, sobre todo, disposición. No basta con saber qué, cómo, a quién y cuándo decirlo; hay que especialmente querer decirlo, con convicción, para que efectivamente se haga de tal forma que se entienda e interprete correctamente por la opinión pública.
Lo anterior exige tener una estrategia con objetivos claros y compartidos, y con planificación. Para elaborarla se deben construir probables escenarios -lo que podría ocurrir en el futuro, pero que requiere decisiones en el presente-, para lo cual es imprescindible hacer un buen diagnóstico. Aquí entra Dr. House y su talento para diagnosticar partiendo del supuesto de que todos mienten o no son sinceros, porque tienen sus propios intereses. Un gobierno que está siendo audaz en tantos aspectos no debe ser cándido en éste.
Por último, es fundamental que la gestión de la comunicación sea integrada para poder influir en la imagen percibida por los públicos interesados: coordinación, coherencia y credibilidad, en ese orden. La última encuesta Adimark refleja lo contrario. Descoordinación e incoherencia en lo que se dice o hace se termina reflejando en la credibilidad y en los niveles de aprobación. Hay que tener presente lo obvio: todo comunica. Los ciudadanos perciben el conjunto de símbolos, discursos y comportamientos.
Estas dos series de TV enseñan que para diagnosticar correctamente, definir una estrategia exitosa y comunicar adecuadamente, según los objetivos, es imprescindible saber escuchar el entorno. Esto último no es fácil. Saber observar e interpretar signos, síntomas y señales, conocer la historia reciente, contextualizar todo debidamente, y recién entonces comunicar.
Algunos sostienen que esta es la razón principal que explica la derrota de la Concertación. En el caso de la derecha, su falta de sintonía con el contexto es casi congénita. De ahí la oportunidad del gobierno de demostrar que aquí también existe un cambio. Que no sólo puede ganar una elección, sino hacer una gestión que permita pasar el "testigo" a alguien de su coalición.
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