Horacio Croxatto gana el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas
<P>Es uno de los mayores expertos en el mundo en reproducción humana y anticoncepción. </P> <P>Fue el primero en diseñar y probar clínicamente un anticonceptivo subdérmico.</P>
El doctor Horacio Croxatto (80) se tituló como tal en 1961 y partió a EE.UU. a especializarse en neuroendocrinología -estudiando las relaciones entre el sistema nervioso y las glándulas endocrinas (productoras de hormonas)-, y luego en endocrinología reproductiva. Eran tiempos en que la píldora anticonceptiva recién se expandía en el mundo.
"La anticoncepción adquirió mucha importancia en la época en que comencé a hacer investigación y me atrajo, no sé por qué me atrajo", dice ahora, poco después de ser distinguido con el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas 2016, por su contribución al "desarrollo de importantes métodos anticonceptivos que han revolucionado el campo de la reproducción humana y han beneficiado a millones de personas", como señaló la ministra de Educación, Adriana Delpiano.
El doctor Croxatto es un reconocido experto a nivel mundial en reproducción humana y anticoncepción. Entre 1966 y 1967 trabajó con el doctor Sheldon J. Segal en el Population Council de la U. Rockefeller, de Nueva York, y juntos crearon el anticonceptivo subdérmico o implante subcutáneo. Fue el primero en el mundo en diseñar, fabricar y probar clínicamente un implante femenino y concibió la idea de usar una hormona natural como anticonceptivo durante la lactancia.
Sus primeros trabajos ayudaron a entender el mecanismo de la concepción en los humanos, clave tanto para la anticoncepción como para los tratamientos de fertilidad.
"Hizo unos aportes increíbles sobre cómo era la fecundación, implantación, transporte de óvulos, espermios y embriones. Sobre cómo el embrión está cinco días y llega al útero, con qué tamaño. Al saber cómo pasa en una mujer normal, pudo saber cómo hacer que no funcione, en forma transitoria y reversible, y que no tuviese un daño en la salud, y cómo hacer que sí funcione en la gente en que no funciona. Ese es un aporte gigante", señala Ricardo Pommer, ginecólogo y jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Monteblanco.
Luis Velásquez, director del Centro para la Medicina Integrativa y la Ciencia Innovativa (Cimis) de la U. Andrés Bello, quien lideró la postulación de Croxatto al premio, destaca la importancia de su aporte tanto por el número de publicaciones como por su impacto en la salud reproductiva de las mujeres. "Es uno de los padres de la medicina reproductiva en Latinoamérica. Ha formado una escuela no sólo en Chile, a nivel de Sudamérica y es uno de los pocos chilenos reconocidos con un proyecto de la Fundación Bill & Melinda Gates", sostiene.
"Se hace justicia", añade. Es uno de los científicos más citados del país, con más de 270 publicaciones y 122 patentes, de las cuales 17 son de exclusividad. "Otra cosa es su calidad humana. Las patentes comerciales que tiene las donó todas al mundo, nunca tuvo beneficios económicos por sus inventos. Eso habla de su calidad de científico. Es una persona increíble", dice Velásquez.
Lo mismo destaca Ricardo Pommer: "Es la persona más inteligente que he conocido en la vida, que es lo menos egoísta con su conocimiento, humilde de verdad, dadivoso, que formó montones de generaciones de médicos clínicos, científicos, biólogos. Un visionario que estaba muchos años más adelante en el conocimiento y la ciencia", dice.
Esta era la quinta vez en ser postulado al premio y, para apoyarla, una serie de sociedades médicas y profesionales lo recomendaron desde Chile y el extranjero.
Su presente
"Me ha tomado por sorpresa este nombramiento y ciertamente lo acepto con mucho gusto. Hay tantos chilenos que profesan en ciencias que son merecedores de este premio, así que me siento tremendamente orgulloso de haber sido elegido este año", dijo Croxatto tras la distinción.
Es el segundo de su familia en recibir el Premio Nacional de Ciencias, pues su padre - Héctor, fallecido en 2010- fue galardonado en 1979 por sus aportes en la investigación de la hipertensión arterial, el sistema endocrino y el riñón.
Fuente obligada para hablar de anticoncepción, Horacio Croxatto fue profesor de la U. Católica hasta 1999, cuando desde el Vaticano pidieron su renuncia por enviar una carta para rechazar un proyecto de ley que aumentaba la penalización por el aborto. Luego, siguió como investigador asociado de esa universidad hasta 2006, cuando partió a la U. de Santiago y desde 2012 está en la U. Andrés Bello.
Hoy habla poco, el año pasado sufrió un accidente vascular, pero sigue trabajando en su laboratorio. "Estoy casi dejando de hacer investigación, porque ya estoy viejito, ya he hecho harto de eso", dice. "Todavía hago un poco. Hago clases y he estado investigando un sistema de anticoncepción que es relativamente nuevo. Usa las hormonas sí, siempre las vamos a usar, pero la forma de administración es un poco diferente", cuenta.
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