Icono de disturbios raciales de 1992 en Los Angeles lanza libro sobre su vida

"Fui uno de los afortunados". Así se describe Rodney King, quien fue duramente golpeado por la policía de Los Angeles en 1991, en un hecho que fue captado por un video aficionado y que provocó los disturbios raciales que se iniciaron en esa ciudad el 29 de abril de 1992 (ver nota secundaria), después de que los uniformados que le pegaron fueran absueltos. "Es una bendición que la cámara estuviera ahí", dijo durante una conferencia. El hombre de 47 años se encuentra actualmente promocionando sus memorias: The Riot Within: My Journey From Rebellion To Redemption (Los disturbios desde el interior: Mi viaje desde la rebelión a la redención), que fueron lanzadas ayer.

"Cuando me pegaron, sentí como que estaba a punto de morir", añadió, mientras se tocaba su mejilla derecha que perdió sensibilidad tras la golpiza. En conversación con el diario Los Angeles Times señaló que "volvería a hacer lo mismo esa noche, (porque) cambió las cosas, hizo que el mundo fuera un lugar mejor".

Tras el incidente, King -padre de tres hijas ya adultas, y quien está por casarse por tercera vez- demandó a la ciudad de Los Angeles por violar sus derechos civiles y llegó a un acuerdo por US$ 3,8 millones, de los cuales, según dijo, "grandes pedazos" quedaron en manos de los abogados, otro porcentaje se fue para sus familiares y el resto " simplemente se desperdició". En la actualidad se encuentra cesante y prácticamente en la quiebra y se mantiene gracias a trabajos esporádicos que realiza en construcciones. Aunque por sus memorias recibió un adelanto de cinco cifras, que no reveló, pero que es "significativa", sostuvo.

Desde la golpiza, King ha tenido frecuentes problemas con la ley. Así, ha enfrentado 11 cargos ante la justicia por violencia doméstica, conducir ebrio o drogado y por violación de leyes de tráfico. Sin embargo, actualmente se describe como un "adicto rehabilitado". Estos problemas lo llevaron incluso a participar de realities para adicciones como Celebrity Rehab with Dr. Drew (Celebridades se rehabilitan con el doctor Drew) y Sober House (Casa de sobrios). "Estoy bien ahora, tengo paz conmigo mismo", dijo durante el lanzamiento de su libro. King recuerda que una vez que fue dado a conocer el veredicto en los que se absolvía a los policías que lo habían golpeado, se encerró en su pieza con una botella de brandy y lloró. Después se colocó una peluca y se trató de alejar de la ciudad, mientras se desarrollaban los peores disturbios de la historia angelina, que terminaron con 54 muertos en cinco días. "No podía creer lo que veía, la gente furiosa, saqueando, quemando todo, disparos. No es lo que soy, todo este odio, no me representa", dijo al diario.

En la entrevista, King también aprovechó de hablar de política y señaló que su caso ayudó a que Barack Obama llegara a la presidencia. "Estoy contento por lo que pasé, le abrió las puertas a mucha gente", sostuvo.