Idea freak #15: brecha contrafactual




SIEMPRE EN medio de las crisis internacionales recordamos la importante e incremental exposición que tiene Chile a los ciclos globales.

Para hacerse una idea de cuánto, consideremos el siguiente indicador de interdependencia comercial: la suma, en absoluto, de exportaciones e importaciones como porcentaje del PIB. Durante los 90 esta cifra estuvo cerca de 50%, hoy está sobre 70% y en los años previos a la crisis subprime estuvo, incluso, sobre 80%. Como se puede ver, críticas al indicador mediante, nuestra interdependencia comercial claramente ha crecido. ¿Y la interdependencia financiera? Sumando en absoluto los débitos y créditos de la cuenta financiera como porcentaje del PIB, en los 90 estábamos alrededor de 10%, 10 años más tarde estábamos alrededor de 20% y ahora estamos cerca de 30% con un máximo previo a la crisis de casi 40%.

La consecuencia de esto es que la correlación entre el ciclo económico mundial y el chileno ha aumentado. El coeficiente de correlación entre el crecimiento local y global para los 10 años que terminan en 2011 es 0,95 (el número 1 es correlación perfecta). Nunca antes ha sido tan alta esta correlación. De hecho, la mediana histórica es de 0,54, con períodos en que nos desacoplamos con correlaciones entre 0,2-0,4 y otros en que subimos al rango 0,6-0,8. Ultimamente el número se encuentra persistentemente sobre 0,92.

Esto implica algo importante para la discusión pública: el contrafactual correcto para nuestro desempeño es el crecimiento global y no algún número antojadizo. El desafío no es crecer en una u otra cifra, sino crecer más que la economía global. Después de todo, el desarrollo es un concepto relativo, ¿no?

Este es un punto que infructuosamente tratamos de hacer en la campaña presidencial pasada cuando nuestros adversarios insistían en prometer una tasa de crecimiento promedio para su gobierno de 6% o más y nosotros, con algo de ingenuidad, explicábamos que no era posible ni sensato hacer esa promesa. Desafortunadamente el ofuscado y arrogante tono de la discusión pública no admite sutilezas. Ahora resulta evidente la improbabilidad de que se cumpla esa promesa. Yo creo que no tienen culpa de no cumplirla, sí de hacerla.

De hecho, si uno mide las brechas de crecimiento económico respecto del mundo, esta administración tiene un buen récord hasta ahora y si los pronósticos globales y locales se dan, va a terminar creciendo, en promedio, un 1,2-1,3% más que el mundo durante su cuatrienio (2010-13) con una clara recuperación desde la crisis anterior. El último cuatrienio con brecha similar fue 2003-06 con 1,27% en la transición entre Lagos y Bachelet. Por cierto, estos números son muy menores a los logrados en los dorados años 90 en que estuvimos largo tiempo en brechas de 4% y 5% y siguen superando largamente los de la dictadura y su crecimiento levemente inferior al del mundo (brecha de -0,1%).

La idea freak de hoy es, entonces, la brecha contrafactual. Esto es, discutir públicamente sobre crecimiento económico usando la brecha con el ciclo global en vez de números absolutos. Un poquito de honestidad pública que a los economistas no nos vendría mal.

Oscar Landerretche
Economista

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