Implantación de ley islámica en Libia desata inquietud de Occidente

<P>El presidente del Consejo Nacional de Transición anunció que se permitirá la poligamia y se restringirá el divorcio.</P>




Un día después de proclamar la "liberación" de Libia, los nuevos dirigentes del país norafricano iniciaron ayer negociaciones para formar en un mes un gobierno regido por la sharia o ley islámica, que se encargue de la transición tras 42 años de régimen de Muammar Gaddafi.

Aunque aseguran que no caerán en el extremismo religioso, el anuncio no sólo disparó la alarma en algunos sectores de la sociedad libia, sino también en Occidente, donde se advirtió por el respeto a los derechos humanos y principios democráticos.

"Como nación musulmana, hemos adoptado la sharia islámica como fuente de legislación, por lo tanto cualquier ley que contravenga los principios del islam queda legalmente anulada", dijo el presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafá Abdel Jalil, quien citó como ejemplos el divorcio -legal bajo el régimen gaddafista- y la prohibición de la poligamia. Ambas normas quedarán así anuladas con la entrada en vigor de la ley islámica. Asimismo, destacó la apertura de bancos islámicos que "prohibirán la usura (...), conforme a la tradición islámica".

Los comentarios de Abdel Jalil provocaron críticas y llamados a la moderación tanto en Libia como en Europa, ante el temor de que la llamada Primavera Arabe pudiera dar paso al resurgimiento de un islamismo radical. Así, por ejemplo, Adelrahman al-Shatr, uno de los fundadores del Partido de la Solidaridad Nacional, mostró su sorpresa por el anuncio "precoz" de cómo será el nuevo Estado libio. "La anulación de la ley de Gaddafi sobre el matrimonio hará que la mujer pierda el domicilio en caso de divorcio. Es una catástrofe para las mujeres libias", añadió.

Francia, el principal aliado de los rebeldes libios, tampoco ocultó cierta estupefacción ante el discurso de Abdel Jalil. "Permaneceremos vigilantes sobre el respeto de los derechos humanos y de los principios democráticos, en particular sobre la diversidad cultural y religiosa y la igualdad entre hombres y mujeres a las que Francia está eternamente apegada", declaró el portavoz de la cancillería gala, Bernard Valero.

En igual tono se manifestó Maja Kocijancic, vocera de la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton. "Esperamos que la nueva Libia esté fundada sobre el respeto de los derechos humanos y principios democráticos", declaró.

Poco después, el jefe del CNT quiso tranquilizar a Occidente sobre su anuncio de la implantación de la sharia. "Quisiera que la comunidad internacional esté segura de que como libios somos musulmanes, pero musulmanes moderados", enfatizó.

Aunque se estima que cerca del 97% de los libios son musulmanes sunitas, Gaddafi nunca abrazó completamente las ortodoxias de esta rama del islam, según CNN. En ese sentido, la dictadura del fallecido líder libio siempre se autodenominó como laica. De hecho, gobernó la nación bajo un peculiar sistema que se describe en su Libro Verde.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.