Injuv: uno de cada tres alumnos de educación superior trabaja y estudia
<P>Encuesta arrojó que, durante 2012, un 32% de los alumnos desarrollaba esta doble labor.</P>
Uno de cada tres alumnos de educación superior, trabaja y estudia al mismo tiempo. Este es uno de los principales resultados de la VII Encuesta Nacional de la Juventud (Injuv), efectuada en 2012.
De acuerdo con este estudio, un 32% de los estudiantes de educación superior (que el año pasado llegaron a 1.068.263) cumplía esta doble labor en 2012, lo que marcó un alza respecto de 2009 -fecha de la encuesta anterior-, cuando un 26,75% estaba en esta situación. Es decir, hubo un alza de 5,25 puntos porcentuales en tres años.
Según el estudio, las regiones en que esto más se produjo fue en las de Tarapacá (44%) y Antofagasta (42%). En el caso de la Región Metropolitana, este grupo alcanzó un 36%.
La directora del Injuv, María José Domínguez, consideró este nuevo escenario como una oportunidad para dar estabilidad al mercado laboral juvenil. "Las universidades deben darse cuenta que los alumnos de hoy ya no son los mismos de hace 10 años. Probablemente van a tener que flexibilizar algún tipo de horario y ampliar sus bolsas de trabajo para estos jóvenes", sostuvo.
En relación con el mercado laboral, añadió que es necesario regular las jornadas parciales y, por otra parte, "llamar a las empresas para que confíen en los trabajos que son part- time. Esa tendencia no es tan fuerte en Chile como en el extranjero, donde las empresas se solventan con turnos de cuatro a cinco horas".
Visión de los rectores
Respecto de las cifras que arrojó el estudio, rectores y expertos en la materia señalaron que este es un fenómeno cada vez más frecuente, pero que se presenta de distintas formas en cada uno de los planteles.
En el caso de la Universidad de Santiago (Usach), su rector, Juan Manuel Zolezzi, afirmó que cerca del 50% de los estudiantes de su plantel cumple con este perfil. "Es una realidad que se vive en nuestra universidad, sobre todo porque muchos juntan este dinero para costear sus aranceles".
Agregó que se trata de una tendencia creciente, "sobre todo en las universidades donde ingresan estudiantes de sectores más vulnerables, pero también porque pueden trabajar combinando diferente horarios". Sostuvo, además, que para este grupo el plantel dispone de un plan especial, que otorga facilidades para cursar los estudios, a los alumnos que acrediten que están trabajando: "Para ellos hay medidas como no tomar una prueba en la fecha establecida cuando se justifique, o facilitar los porcentaje de asistencia".
Dijo, también, que "el alumno que tiene el conocimiento de lo que significa el trabajo, tiene una mirada distinta de lo que es el estudio".
Una realidad distinta es la que experimenta el rector de la Universidad de Talca, Alvaro Rojas. La autoridad afirmó que, en su plantel, esta tendencia se da con menor frecuencia durante el año, debido al proyecto educativo, en el que se exige entre 44 y horas de trabajo semanal, tanto directo, como autónomo.
Sin embargo, esto varía en el período estival, ya que "hay carreras con más demanda de trabajo en esa fecha".
Planteó que, en su institución suele ocurrir que los estudiantes trabajan con sus padres, "porque son hijos de agricultores, de pequeños productores y comerciantes". No obstante, aseguró que, para quienes trabajen en el año, "siempre está la posibilidad de inscribir menos ramos y dosificar la carrera".
Los expertos
El director del Centro de Políticas Comparadas en Educación de la U. Diego Portales, José Joaquín Brunner, afirmó que los estudiantes que, a la vez trabajan, corresponden a una tendencia en auge, asociada a la masificación etaria de la matrícula.
"Cuando la matrícula se expande muy fuertemente, un sector que empieza a aprovechar la educación superior ya no son solo jóvenes que ingresaron a los 18 años, sino que jóvenes adultos que ya tienen experiencia laboral e independencia", señaló.
Según Brunner, esto hace más variado a los estudiantes y coloca nuevas exigencias de calidad a los profesores. "No solo deben atender a jóvenes que todavía están acostumbrados al régimen escolar, sino que tienen que empezar a atender a adultos jóvenes con mayor autonomía".
Por otra parte, el experto en educación, Ricardo Paredes, planteó que "se trataría de un fenómeno relativamente reciente y que podría ser, eventualmente, más asociado a las carreras vespertinas".
Añadió que al alza de estos fenómenos atentan la falta de flexibilidad de las mallas curriculares.
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