Integración vertical en salud




EN EL MARCO de la polémica discusión por el proyecto de isapres en el Congreso Nacional, algunos legisladores han enfatizado la necesidad de terminar con la integración vertical en el sector privado de salud. Más aún, se ha planteado que ésta sería la única forma de evitar que los costos sigan aumentando y que se logre una mayor competencia y transparencia en el sector.

En un contexto político donde la participación del sector privado en el área de la salud ha sido poco valorada, vale la pena analizar el aporte de la integración vertical al desarrollo del sector y a los usuarios del mismo.

El mercado de seguros de salud conlleva varios problemas de eficiencia asociados a la falta de capacidad de los seguros de controlar actividades producto de las asimetrías en la información y de la sobreutilización de las prestaciones de salud. Con todo, en ambos casos existen problemas de agencia que se pueden reducir a través de la integración vertical.

Ahora bien, la lógica dual del mercado de los seguros ha implicado que el sector privado tiende a concentrar a las personas más saludables, mientras que el sector público asume el papel de seguro de última instancia para los casos de mayor riesgo y menor ingreso. En este sentido, se han desarrollado algunos arreglos contractuales que en alguna medida constituyen un tipo de integración vertical y que permiten la diversificación de riesgos entre usuarios. En efecto, ello ocurre con la venta de planes cerrados a través de las isapres cerradas o la venta de convenios colectivos por parte de las isapres abiertas. La evidencia empírica sugiere que este mecanismo ha permitido contener los costos y aumentar el bienestar de los afiliados.

En segundo lugar, el principal mecanismo de pago usado por los seguros ha sido el fee for service (pago por prestación). En este caso, el prestador actúa libre de riesgo financiero, que es absorbido completamente por los afiliados. Por tal motivo, el prestador no tiene suficientes incentivos para contener los costos del sistema, ya sea porque busca reducir a un mínimo el riesgo de las intervenciones de salud, satisfacer al paciente en presencia de un tercer pagador o utilizar nuevas tecnologías sin mayor preocupación por su costo-efectividad. En este caso, el objetivo de contención de costos queda circunscrito a los instrumentos de demanda (copagos o deducibles), lo cual puede restringir excesivamente el acceso a la salud y la equidad del sistema. Los sistemas que traspasan parte del riesgo al prestador tales como pagos prospectivos o asociados a diagnósticos son más efectivos y equitativos en la medida en que permiten una mejor contención de costos. De esta manera, un esquema que atenúa el problema descrito es la integración parcial o total entre la isapre y el prestador.

Por último, en el caso de las licencias, tanto médicos como usuarios no asumen el costo de las mismas, las cuales son de cargo de la isapre. En este sentido, la integración entre la isapre y los médicos atenúa en parte importante el problema de agencia que surge en esta relación, además de facilitar la labor de monitoreo.

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