¿Intervención en Siria?




COMO TODA gran potencia a lo largo de la historia, Estados Unidos siempre se ha reservado el derecho de actuar "unilateralmente" cuando sus intereses a nivel global pueden estar en juego. La administración Obama ha señalado una preferencia por acciones multilaterales cuando sea posible, pero se reserva la opción "unilateral" o una acción con "coaliciones voluntarias" de países cuando la vía multilateral no es posible.

El ataque con armas químicas contra la población siria traspasó la "línea roja" que la administración Obama había establecido como límite para un escalamiento que podría llevar a una intervención militar limitada próximamente. Los fundamentos para tal intervención probablemente se basarán en la violación de la Convención que prohíbe el uso de armas químicas, en la necesidad de dar una señal clara que no se tolerará el uso de éstas en ningún otro conflicto, y en el principio de la "responsabilidad de proteger" que quedó consagrado en la Cumbre Mundial de Presidentes en Naciones Unidas del 2005. Sin embargo, para apelar a estos principios es necesario que antes se cumplan algunos requisitos que hoy no están presentes.

Primero, debe haber un informe exhaustivo de los inspectores de la ONU respecto del uso de estas armas, y posteriormente de los responsables de este uso. Estas evidencias, cuando estén disponibles deben ser sometidas al Consejo de Seguridad, porque es este órgano el que debe decidir primero las medidas a adoptar. Lo mismo respecto al principio de la "responsabilidad de proteger". El Consejo de Seguridad ya autorizó en 2011 una acción militar multilateral en Libia en base a este principio, pero es importante recordar que el "arquitecto" de esta doctrina (el ex canciller australiano, Gareth Evans) ha señalado que el uso de la fuerza debe ser el último recurso después que se han agotado todas las gestiones diplomáticas en un conflicto.

Por cierto, el principio de la responsabilidad de proteger "obliga" a la comunidad internacional a actuar en casos donde se cometa genocidio, crímenes de guerra, limpieza étnica y crímenes contra la humanidad. Pero precisamente para resguardar la legitimidad de este principio, es necesario tener evidencias definitivas que obligarían a una acción colectiva autorizada por el Consejo de Seguridad (la invención de la administración Bush respecto a las armas de destrucción masiva para justificar la invasión a Irak ha sido un pésimo precedente).

China y Rusia se verán complicados si se comprueba que el régimen sirio hizo uso de estas armas, y esto daría legitimidad a las sanciones que la comunidad internacional eventualmente aplicaría contra Bashar Assad. Se requieren algunas semanas más para tener una evidencia conclusiva, y no es tanto pedir cuando se trata de evitar una escalada con consecuencias difíciles de calcular, y donde una acción precipitada haría un enorme daño a principios de defensa humanitarios que ha costado construir.

Tal vez el uso de estas armas con toda su atrocidad involucrada, obligará a las grandes potencias a un acuerdo que permita una salida razonable a un conflicto donde las principales víctimas son civiles inocentes. Si ello fuera así, quien usó las armas cometió finalmente -además de un crimen atroz- un error de enormes proporciones.

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