Irán se abre al turismo
<P><span style="text-transform:uppercase">[fin de las sanciones]</span> Con el comienzo de cierta apertura política y el fin de las sanciones económicas, Irán tiene un nuevo objetivo: convertir al turismo en una potente industria. De los cinco millones de visitantes que recibió en 2014, espera llegar a 20 millones en 2025. </P>
En enero de 2002 el entonces Presidente estadounidense George W. Bush pronunció por primera vez la frase "el eje del mal" para referirse a tres países considerados una amenaza para Estados Unidos y el mundo: Corea del Norte, Irak e Irán.
Pero la progresiva "apertura política" desde que el moderado mandatario Hassan Rouhani fue elegido en 2013, junto con el fin de las sanciones de Occidente tras el acuerdo nuclear con Estados Unidos, han puesto a Irán en el foco de un ámbito en el que años atrás no se le relacionaba mayormente: el turismo.
Según expertos, esta industria podría aportar miles de millones de dólares al país dadas sus amplios atractivos turísticos. Irán cuenta con 16 lugares reconocidos como Patrimonio Cultural por la Unesco, una atrayente gastronomía y paisajes naturales que van desde montañas hasta desiertos. Quienes han viajado hasta Irán sostienen que el país tiene lugares "para todos los gustos". Quienes se oponen al turismo, plantean que Irán debe, primero, poner fin a la represión política.
El gobierno de Rouhani tiene un objetivo claro: multiplicar por cinco el número de visitantes y pasar de los aproximadamente cinco millones que recibió en 2014 a 20 millones en la próxima década.
El incremento en el turismo es algo que ya sienten los propios operadores turísticos locales. "Luego de la campaña presidencial, el turismo creció mucho, pero nunca esperamos que fuera tanto. Superó nuestras expectativas. No tengo tiempo para contestar todos nuestros e-mails de peticiones de tours. Aquí son las 4:15 am y aún estoy despierta contestando mails de los clientes. Incluso a veces nos ha pasado que hay falta de hoteles y guías", asegura a La Tercera desde Teherán, Parissa Eivazi, gerente de Let´s Go Iran, una agencia de viaje local.
Coincide con Eivazi, el director de Gapatour, otra operadora de viajes de Irán, en donde están seguros, la demanda seguirá creciendo. "Irán es uno de los países más ricos en cultura, historia y naturaleza, y tiene mucho potencial para los turistas. Pero en esta materia Irán sigue siendo un país nuevo, la demanda no es suficiente para el potencial que tiene, pero sigue creciendo mes a mes", comenta a La Tercera.
Para recibir a esta creciente ola de turistas, Irán reconoció que tendrán que mejorar las infraestructuras y servicios, tanto en hoteles como medios de transporte, donde será necesaria la inversión extranjera. Pero además de eso, tendrán que romper con los recelos internacionales, sus estrictas políticas religiosas y un tema fundamental para el turismo: la seguridad.
"Por supuesto que es seguro", afirma a La Tercera el encargado de Marketing Electrónico de Organización Internacional de Turismo de Azadi, Mohsen Kooshki, quien explica que por lo mismo, la demanda de turismo por Irán aumentará "mucho más que lo mencionado en las estadísticas".
No sólo los operadores locales de turismo concuerdan, sino que las agencias internacionales también se están preparando para explotar el turismo iraní.
Irán cuenta con atracciones únicas, como sus bazares y vistas de Teherán; la arquitectura islámica de las ciudades Shiraz y Isfahan; Persépolis, la antigua capital del imperio persa; las cadenas montañosas Zagros y Alborz; el centro de esquí Shemshak, cerca de la capital y la playa en Ramsar. El diario norteamericano The New York Times suele incluir a Irán en sus rankings de los lugares imperdibles para visitar.
Michael Pullman, de la agencia británica Wild Frontiers dice que "con las conversaciones nucleares, Irán y Occidente han mejorado sus vínculos diplomáticos. Esto le da confianza a los viajeros para visitar el país, que ha estado fuera del mapa turístico por años".
Pullman advierte que Irán por bastantes años más será un destino turístico de nicho, más que un destino de masas. "Nunca va a ser Tailandia. Pero podría ser capaz de competir con los 10 millones que recibe Egipto anualmente, y posiblemente los 15 millones que recibía anualmente en 2010, antes de la Primavera Arabe".
David McGuiness, de la agencia británica Travel The Unknown, espera que este año el crecimiento de demanda crezca en su agencia en un 200%. "El crecimiento sólo ha empezado desde el acuerdo nuclear", explica.
A pesar de que las reglas son las mismas (no se puede beber alcohol y las mujeres deben cubrirse la cabeza) no sólo el gobierno se esfuerza por cambiar la percepción fundamentalista de Irán, sino que también los propios iraníes. "Visité Irán el año pasado y a cada lugar al que iba terminaba en medio de conversaciones, me preguntaban qué pensaba de la política de Medio Oriente, qué equipo de la Premier League apoyaba, me ofrecían té y me invitaban a picnics. Volví a casa con un 'Welcome to Irán' sonando en mis oídos", cuenta Pullman.b
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