Israel destruye cuartel central de Hamas e intercepta misil que iba dirigido a Tel Aviv

<P>La cifra de víctimas palestinas ya llega a 48. La diplomacia egipcia se encuentra realizando esfuerzos para detener la crisis.</P>




Por cuarto día consecutivo, el ruido atronador de los misiles sacudió sin tregua a Medio Oriente. En su ofensiva contra Hamas, Israel destruyó ya varios de sus objetivos: comisarías, arsenales, depósitos de cohetes e incluso oficinas ministeriales. Ayer el ejército israelí se cobró una de sus más preciadas piezas: el cuartel general de Hamas y oficina del primer ministro, Ismail Haniyeh. La sede bombardeada era donde Hamas tenía previsto recibir ayer al canciller de Túnez, Rafiq Abdel Salam, quien visitó la franja como muestra de solidaridad. La cifra de víctimas en el bando palestino asciende a 48, mientras que los heridos se acercan a los 400.

Por su parte, Hamas ha continuado lanzando misiles Fajr, de fabricación iraní, en dirección a Israel. Uno de ellos se habría dirigido hacia Tel Aviv, la ciudad más poblada del Estado hebreo, donde volvieron ayer a sonar las sirenas. Sin embargo, según el ejército israelí, el proyectil fue interceptado en el aire por el sistema de defensa aéreo conocido como "Cúpula de acero". Desde el inicio del conflicto, el porcentaje de efectividad del sistema está cerca del 85%, y mejora a medida que pasan los días. De hecho, las tres víctimas fatales isralíes registradas hasta el momento y la mayoría de los heridos tuvieron lugar en los primeros dos días.

Mientras los habitantes del sur de Israel y los de Gaza pasan las horas aterrados en sus casas, se intensifican los esfuerzos en el frente diplomático para atajar esta crisis, con El Cairo como centro neurálgico y la diplomacia egipcia al frente de estos movimientos. Ayer, el Presidente Mohamed Morsi se reunió con el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan y el emir de Qatar. El "rais" mantuvo conversaciones telefónicas con varios mandatarios extranjeros, a los que instó a movilizarse para detener la crisis.

Además, los ministros de Exteriores de la Liga Arabe celebraron una reunión de urgencia en la capital egipcia. En su discurso de apertura de la sesión, el secretario del ente, Nabil al-Arabi, denunció "la agresión de Israel" contra el pueblo palestino y apostó por romper el bloqueo a Gaza. Además, sugirió "revisar todas las iniciativas de paz árabes pasadas y la posición sobre el proceso de paz en su conjunto". Kamel Amr, el ministro de RR.EE. egipcio, apoyó la necesidad de reconsiderar el enfoque al conflicto.

No muy lejos de allí, Khaled Mishal, uno de los líderes más destacados de Hamas, se reunía con responsables de los servicios de inteligencia egipcios, que han actuado de mediadores entre la milicia islamista y el gobierno israelí. A cambio de un alto al fuego, Mishal habría pedido el fin de los ataques de Israel contra líderes de su movimiento y que Egipto levante el bloqueo económico de la Franja.

Al final del día, Morsi se mostró esperanzado y declaró que había "indicios de una tregua", aunque admitió que las partes no habían ofrecido garantías de respetarla. Sin embargo, las iniciativas para aplicar una tregua son de futuro incierto. Así, por ejemplo, el ministro del Interior israelí, Eli Yishai, dijo que el fin "de la operación es enviar Gaza de vuelta a la Edad Media. Sólo entonces Israel tendrá calma durante 40 años".

Washington tampoco parece muy comprometido con el esfuerzo para detener el estallido violento. En lugar de llamar a un alto el fuego, el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, expresó el apoyo de EE.UU. "a las decisiones que tome Israel acerca de las tácticas para defenderse".

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