James Cameron logra récord mundial de inmersión submarina en solitario

<P> Cineasta alcanzó los 10.890 metros de profundidad en la fosa de Las Marianas.</P>




"Acabo de llegar al punto más profundo del océano. Tocar el fondo nunca fue tan bello. No veo la hora de compartir con ustedes lo que veo", twitteó el director de cine James Cameron (Avatar, Terminator, Titanic) sobre su última aventura.

Ayer, tras dos horas y 36 minutos de descenso, el cineasta logró posar su minisubmarino en el punto más profundo del mar, el abismo Challenger, en la fosa de Las Marianas, en el océano Pacífico (11.000 metros), convirtiéndose en el tercer hombre en bajar a la fosa más profunda del planeta pero, más importante aún, el primero en hacerlo en solitario.

Cameron posó el batiscafo a los 10.890 metros de profundidad, a sólo 21 metros de los 10.911 que en 1960 lograron Don Walsh y Jacques Piccard, actual récord mundial.

Sin embargo, a diferencia de estos, Cameron fue el primero en llegar solo y el primero en recorrer por tres horas más de un kilómetro y medio de la fosa. La expedición de 1960 sólo se posó en el lugar y estuvo 20 minutos, sin tomar ninguna fotografía del lugar. Cameron, en cambio, llevó cámaras fotográficas y de video en alta definición y en 3D, para documentar su viaje, registro que será emitido por National Geographic Society, que organizó la expedición.

El cineasta tiene planeado sacar dos cintas con la experiencia: un documental para TV y una película en 3D.

Además, la revista National Geographic tiene planeado un número con las fotografías que sacó Cameron en el lugar. Documentos que trabajará antes de volver al mundo de las películas de Hollywood.

No hay monstruos

Pese a la tecnología con la que iba equipado, Cameron no logró avistar ni monstruos ni criaturas raras. "Era muy lunar, desolado, aislado", dijo en una conferencia de prensa, tras la hazaña.

"Me encontré con que la vida es mucho más pequeña. No vi grandes medusas o anémonas que he visto en otras fosas", añadió.

Desde la única ventana que tenía el Deepsea Challenger -nombre del minisubmarino- divisó sólo pequeños organismos, muy parecidos a camarones, que se asomaban ocasionalmente. "Cada vez que buceo, tengo la esperanza de ver algo nuevo. A veces el mar te da un regalo, a veces no", reflexionó.

"Me sentí, literalmente, como yendo al espacio", escribió en su cuenta de Twitter, mientras se encontraba en el minisubmarino.

Sin embargo, durante la conferencia, Cameron dejó entrever que no estuvo del todo conforme con la travesía, debido a algunos problemas durante su desarrollo.

En efecto, el brazo mecánico con que iba a recoger muestras del lugar se averió y no pudo recolectar casi nada.

El Deepsea Challenger, de 11,8 toneladas y de 7,4 metros de largo, también sufrió la enorme presión y se "encogió" siete centímetros, problema que obligó a recortar el tiempo en el fondo del océano, de seis a tres horas, y no poder recorrer algo más de los dos kilómetros y medio de extensión que tiene la fosa. Por lo mismo, Cameron dejó abierta la opción para un nuevo intento. "Considero esto un comienzo... Es el comienzo de la apertura de una nueva frontera", concluyó.

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