Jefe de la Fach: "La teniente Fernández ganó su prestigio en un mundo de hombres"
<P>General Rojas alaba a la piloto, identificada como la octava víctima, y su tío habla del "orgullo familiar". </P>
"Es una gran pena para la institución. Yo le quiero dar las condolencias de toda la Fuerza Aérea y de la institución a su familia".
Con estas palabras, el comandante en jefe de la Fuerza Aérea (Fach), general Jorge Rojas, manifestó el sentimiento que atraviesa a esta rama castrense, luego de que el SML confirmara ayer el deceso de la teniente Carolina Fernández, la piloto del avión Casa 212 siniestrado en la isla Juan Fernández, el viernes.
"Era una piloto de 'tomo y lomo', que ganó su prestigio en un mundo de hombres. Lo hizo muy bien", continuó diciendo el jefe de la Fach. "Nos hizo sentir muy orgullosos de haberla tenido en las filas de la Fuerza Aérea", añadió.
La piloto -la primera oficial de línea de la Fach que muere en acto de servicio- es la mayor de los tres hijos del matrimonio compuesto por Jorge Fernández y María Graciela Quinteros.
Su padre también desarrolló su carrera en la institución, en la cual pasó a retiro. Según su familia, la figura de su progenitor la motivó a enrolarse en esta rama de las FF.AA.
Su tío Juan Quinteros manifestó en un contacto telefónico que "ella era el orgullo de nuestra familia y estaba feliz con lo que hacía. Desde niña, lo único que quería era volar".
Además, el familiar coincide con las palabras del general Rojas. "Trabajó en una profesión dominada por los hombres y ella se impuso a eso y le fue bien. Era meticulosa, tenaz, militar ciento por ciento".
Ayer, el propio ministro de Defensa, Andrés Allamand, recordó que la piloto del avión Casa 212 lo llevó en dos oportunidades a la isla.
Soltera, quien formara parte del Grupo 8 de la Fach, en Antofagasta, registraba cerca de mil horas de vuelo.
La teniente Carolina Fernández, cuyos restos fueron identificados ayer, alcanzó a desarrollar una carrera de ocho años en la Fuerza Aérea. Además, fue una de las tres primeras mujeres que se graduaron de la institución.
"Que fuera una de las tres primeras pilotos era un orgullo familiar", concluye Juan Quinteros.
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