John Truby: "Hollywood ya no puede competir con la TV"

En Hollywood nada se hace al azar. En ese sentido, la escritura de los guiones es un verdadero trabajo de relojería. Uno de los maestros en ese campo es John Truby. Profesor de productores, guionistas y directores de cine y TV que han estado a la cabeza de proyectos exitosos como Piratas del Caribe, X-men, Shrek y Lost, es también consultor de estudios como Pixar, Disney, Fox y HBO. Experiencia que traerá a Chile en dos clases maestras que dará el 20 y el 21 de abril en Centro Cultural Gabriela Mistral.

En entrevista con La Tercera, Truby explica su método, que innova la clásica estructura de los "tres actos", que para él "sólo sirve para principiantes, no para profesionales". Así, el llamado "Método Truby" divide las historias en 22 pasos, una forma que plasmó en su libro Anatomía de un guión y el que compartirá en sus sesiones en Chile. "La verdadera historia es orgánica y ésta es la base del método. En lugar de ser mecánica e impuesta desde el exterior como los tres actos, la estructura orgánica proviene desde el interior del héroe. O para decirlo de otra manera, es cómo el héroe se desarrolla como un ser humano", dice.

Para Truby no existe el guión perfecto, aunque en sus clases pone de ejemplo dos: El padrino y Tootsie. "El padrino no sólo habla de la mafia, sino también de un sistema amoral basado en los negocios y la guerra, como una versión moderna de El Príncipe de Maquiavelo. Tootsie es ejemplo de cómo una historia popular se convierte en un guión casi perfecto; en él alguien tiene que tomar un disfraz, pero todos lo hacemos para crecer", dice.

El especialista es crítico del estado actual de Hollywood: "No está enfocado en el drama, sino en el mito y la acción, una propuesta destinada sólo a vender". Y considera que la TV estadounidense "vive su era dorada". Series como Los Soprano, Mad men y Lost le dan la razón. Para él, esto ocurre porque "en la TV el guión lo controlan los escritores y no los productores. No hay compromiso con la estrella, ni el director. Esto hizo que los creadores sacaran el mejor provecho del medio. Frente a esto, Hollywood ya no puede competir con la TV".

Respecto de las recientes ganadoras del Oscar en la categoría de guión adaptado y original (Argo y Django sin cadenas, respectivamente), su opinión es dispar. "La calidad de Argo va en mezclar distintos géneros que no van juntos siempre: la historia real, la acción y el suspenso. Mientras Django deleita en sus primeros dos tercios, pero me pregunto por qué decae. Para mí, su sadismo se hace abrumador. En pocas palabras, Tarantino parece buscar placer en la búsqueda de nuevas formas de matar, mutilar y torturar a gente", opina.

De cine chileno no conoce mucho, pero sí vio No de Pablo Larraín y no le sorprendió que llegara a los Oscar: "Me pareció conmovedor. Filmes políticos que no parecen sermones son muy difíciles de escribir. Iluminó dos estados del Chile de entonces y todo hecho con humor".