Johnny Depp recrea los inicios de Hunter Thompson en nuevo filme

<P><I>Diarios de un seductor</I> se estrena el jueves y se basa en la novela autobiográfica <I>Diario del ron</I>. </P>




El libro fue rechazado siete veces por los editores, un número lo suficientemente humillante como para que Hunter S. Thompson lo guardara bajo llaves durante cuatro décadas. Sólo en 1998, el mismo año en que Terry Gilliam estrenaba en Cannes su versión fílmica de Miedo y asco en Las Vegas, esta historia de 200 páginas vio la luz de la letra impresa. Supuestamente fue Johnny Depp, fan incondicional de Thompson y protagonista de la cinta de Gilliam, quien encontró el manuscrito en la cabaña del escritor en Colorado. Ese mismo año, en noviembre, Diario del ron se publicaba.

Pero esta temprana narración mostraba a otro Thompson. No al autor "gonzo" del Nuevo Periodismo, el consumidor frecuente de ácido y adicto a las armas de fuego. Era, más bien, un romántico incurable de 22 años, que aún quería ser novelista al viejo estilo. Esa novela, una especie de prehistoria del Thompson que se transformó en figura de la contracultura en los 60, es la que se transformó en película 14 años después. Otra vez fue Depp quien las hizo de productor y otra vez fue él quien la protagonizó. Después de todo, el actor de Ed Wood pagó su funeral tras su suicido en febrero del 2005.

La película Diarios de un seductor (su título original es The rum diary) se estrena el jueves en el país, precedida de la fama de ser una cinta sobre un escritor de ambiciones casi adolescentes. En la trama, su ingenuidad como joven reportero es aplastada todos los días por la miseria cotidiana de trabajar en un periódico a punto de irse a la bancarrota y donde nadie se gana la vida con "el auténtico periodismo" que el protagonista quiere escribir.

El personaje de Paul Kemp (Johnny Depp) es un reportero neoyorquino con ambiciones de escritor que llega a Puerto Rico a trabajar como cronista de deportes. Termina en horóscopos a pedido de Lotterman (Richard Jenkins), un editor cínico, amargado y corrupto.

Kemp es el alter ego de Thompson en el año 1959, cuando efectivamente llegó a San Juan como redactor de The San Juan Star. No aprendió mucho de crónica, pero sí supo lo que significa recorrer las malas calles de la ciudad en un Fiat 600 o ir a las peleas de gallos. También se hizo experto en desayunar huevos fritos con ron, después de quedarse dormido por exceso del mismo brebaje. Aún no entran totalmente en acción las sustancias alucinógenas, aunque en un momento prueba unas gotas que le proporciona un veterano reportero en decadencia (Giovanni Ribisi). "Es lo que el FBI les da a los comunistas para que hablen", le dice Moburg a Kemp antes de venderle el químico a cambio de 50 dólares y una motocicleta que no parte.

Aunque Thompson lleva siete años bajo tierra, el rodaje del filme pareció invocar su propio espíritu. El director británico Bruce Robinson, un ex alcohólico que realizó la cinta de culto Withnail and I, llevaba siete años de sobriedad absoluta antes de recaer. La causa fue la filmación de este filme en Puerto Rico. "Llegamos, había 37 grados de calor, llegó un muchacho con cervezas y miré a Johnny (Depp). Le dije: 'Esto no significa nada'. Luego abrimos las botellas. Algo salvaje sucedió después", contó Robinson al periódico inglés The Independent.

Con calor, alcohol y líos de faldas de por medio (ver fichas), Diarios de un seductor resultó ser el último tributo de Johnny Depp a un autor que empezó buscando noticias en el trópico y terminó destapando la olla en su propio país.

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