Joven que se indujo aborto
Señor director:
Con respecto a la carta del señor Diego Díaz publicada en este diario, relacionada con el caso de una joven que se indujo un aborto, no podemos sino concordar en la necesidad imperiosa que existe de educar a la juventud, en especial a la más vulnerable.
El aborto que se practicó esta muchacha, estando ella en condiciones sicológicas de alta vulnerabilidad, lejos de solucionarle la vida, sólo se la complicó aún más. Al problema que ya la aquejaba, y al cual creyó dar una solución definitiva, sumará un dolor que la acompañará toda su vida.
De acuerdo a los 10 años de experiencia del programa "Acoge una Vida", de Fundación Chile Unido, tenemos la certeza que el embarazo es un problema de familia, sin embargo, el aborto y sus secuelas son sólo de la mujer que se lo practica.
Ana María Larraín M.
Directora de Comunicaciones
Fundación Chile Unido
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