Juan Claro compra derechos de agua y evalúa activos de Campanario
<P>El ex presidente de la CPC quiere tener 120 MW en pequeñas centrales hidráulicas. Para ello mira las regiones X y XIV, y la zona central. </P>
Juan Claro, ex presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y de la Sofofa, está redoblando su apuesta por el sector energético. El empresario ya está presente en ese rubro a través de Energía Coyanco, que entre sus activos cuenta con la central hidroeléctrica Guayacán, de 12 megawatts (MW), en San José de Maipo.
Pero ahora está trabajando en una segunda fase de inversión y, para ello reclutó a Ian Nelson, ex gerente de grandes clientes de Metrogas. El ejecutivo dejó una carrera de 13 años en la firma de gas natural para asumir, a mediados de 2011, la gerencia general de Energía Llaima, la sociedad de Claro en que participa junto a las familias Said y Garcés, y con la que quiere impulsar nuevos desarrollos.
El foco está puesto en iniciativas de Energía Renovable No Convencional (ERNC). Cercanos indican que Claro quiere ser un actor relevante en esa área, pues considera que se abre una posibilidad muy importante para ese tipo de fuentes de generación, por el cambio de la matriz energética. El empresario prevé que en el largo plazo las ERNC serán cerca del 15% del parque generador. Con ello se abren oportunidades atractivas de negocio, debido a las exigencias que impone la ley a las generadoras para que un porcentaje de su energía comercializada provenga de fuentes no convencionales.
Las fichas que Claro está colocando son variadas. Uno de los ejes de su plan es la instalación de pequeñas centrales hidroeléctricas de pasada (sin embalse). Su meta es sumar una capacidad instalada en torno a 120 MW.
Con miras a cumplir ese objetivo, Claro ha dado pasos concretos. Durante todo 2011 estuvo comprando derechos de agua en las regiones de Los Lagos (X) y de Los Ríos (XIV). En esta última, adquirió derechos en el río Los Venados, con los que planea construir una central de 11 MW de potencia. A través de la sociedad Rentas Volcán Tolhuaca planea construir la central Los Venados. Actualmente se encuentra realizando estudios de ingeniería. Otros derechos, con un potencial de 10 MW, sumó en la zona de Ranco-Maihue con Energía Llaima. Fuentes cercanas dicen que está negociando recursos por 25 MW adicionales.
El proceso de búsqueda también ha incluido zonas más al norte, donde ha evaluado derechos de agua en la Región del Maule y está explorando el potencial hidroeléctrico de la provincia del Tinguirica, en la VI Región.
En la zona central también planea crecer, junto a los socios de Energía Coyanco: los controladores de Embotelladora Andina, Jaime, Gonzalo y Salvador Said, junto a José Antonio Garcés y Alberto Hurtado; además del Fondo de Inversiones Precursor, que administra Gerens Capital.
En San José de Maipo los socios consideran construir tres o cuatro centrales de pasada adicionales a la central Guayacán que operan desde comienzos de 2011. La meta: en los próximos tres años al menos triplicar su actual nivel de generación, que hoy llega a 12 MW. Cada central tendrá un costo de entre US$ 20 millones y US$ 25 millones. En la actualidad están en negociaciones para comprar los derechos de agua necesarios.
En paralelo al diseño de proyectos propios, en el primer trimestre de 2011 Claro evaluó adquirir la parte que la noruega SNPower tenía en la hidroeléctrica Trayenko. Esta firma tiene derechos de agua para proyectos de generación en la Región de Los Ríos, con un potencial estimado en 650 MW. Finalmente desistió de comprar, por dos razones: la envergadura del proyecto y las dificultades que ha enfrentado con las comunidades locales. Claro quiere levantar proyectos que sean amigables ambientalmente, puntualiza un cercano.
El portafolio energético de Juan Claro también considera explorar otro tipo de energías. Fuentes cercanas al empresario puntualizaron que junto a otros inversionistas evaluó construir una planta de energía fotovoltaica en el norte del país, para abastecer a una minera. La iniciativa, sin embargo, se mantiene en stand by.
Lo que actualmente sí está analizando es comprar los activos de la central Campanario, declarada en quiebra en septiembre. Los activos físicos están valorados en unos US$ 120 millones y comprenden tres unidades a diésel y una de ciclo combinado gas/diésel, con una capacidad instalada de 240 MW.
Claro y la familia Said estuvieron en carrera por quedarse con la central Tierra Amarilla, de 160 MW, pero en la recta final sacó ventaja el grupo peruano Inkia Energy.
Instalar unidades de respaldo y motores diésel también es una opción para Claro, sobre todo considerando el escenario de estrechez que se anticipa para 2012. La energía geotérmica, en tanto, también está dentro del radar de inversión, aunque en un horizonte de tiempo mayor, al igual que el gas natural, mencionan cercanos.
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