Julia Kristeva, filósofa búlgara: "El coraje de Teresa de Avila convoca a las feministas e interroga a los filósofos"
<P>En los 500 años de Santa Teresa, se traduce un ensayo escrito por la intelectual residente en Francia.</P>
Al año siguiente de su llegada a Francia (en 1965, con 24 años), Julia Kristeva conoció al escritor Philippe Sollers, con quien se casó en 1967 y con quien sigue casada. Ambos desarrollaron su propia obra y esferas de influencia en la intelectualidad parisina: él como escritor, editor de la revista Tel Quel y en la editorial Gallimard; ella en sus libros sobre semiótica, psiconálisis y novelas; alguno de sus libros son tan famosos como su trilogía sobre el "genio femenino", dedicado a Hannah Arendt, Melanie Klein y Colette.
En Du mariage considéré comme un des beaux-arts (título que rinde homenaje al libro de Thomas de Quincey, Del asesinato considerado como una de las bellas artes) re recopilan cuatro diálogos, escalonados de 1990 a 2014, entre Sollers y Kristeva, sobre su vida en común.
Por otra parte, coincidiendo con los 500 años del nacimiento de santa Teresa de Avila, se traduce una obra de Kristeva publicada originalmente en 2008. ¿Es ella otro ejemplo del "genio femenino"?: "Sí", dice Kristeva desde París, "Hay ecos entre lo que Teresa vivió en el siglo XVI y el surgimiento del continente religioso actual, el lugar de una mujer bajo el velo o sin velo, enclaustrada y, sin embargo, abierta al mundo. La carmelita no pone un velo a su vida íntima, sino que explora diferentes aspectos del sentimiento amoroso. Habría en esta religiosa una premonición de Freud. De hecho, antes que el doctor vienés acueste al amor sobre el diván, Teresa descubre que no hay vida psíquica sin amor; y que para no morir de amor es importante pensar en él constantemente y escribir. En la actual crisis de valores, entre secularización e integrismo, todos están de acuerdo en que hay por lo menos un valor que salvar, el amor".
En Teresa, amor mío combina diferentes aproximaciones y géneros: novela histórica, ensayo psicoanalítico, diálogos teatrales, cartas, música. ¿Por qué eligió esta forma?
Por las mismas razones que Teresa "está hecha de ficción": para dar a entender su experiencia a partir de otra, la mía, en el flujo infinito de la historia de los hombres y las mujeres. Este tiempo infinito es el tema de mi nueva novela L'Horloge enchantée (Fayard, 2015), no se puede decir que en ficción, sino en conceptos, creo...
¿Por qué se interesó en santa Teresa?
Teresa me interesa porque estamos en una encrucijada: o bien este mundo está abismado y la religión se utiliza como un valor político o un arma; o bien, y es mi esperanza de atea a la escucha, esta alteridad absoluta que se celebra bajo el nombre de Dios está en nosotros, o, para decirlo de otra manera, el Otro está dentro de nosotros. Los herederos de la Ilustración prefieren apuntar al oscurantismo religioso, pero la secularización olvida que el ser que habla necesita creer y la sociedad también. Más que nunca, la transmutación de los valores se impone para reinterpretar la tradición, sobre todo la religiosa, que está en el corazón de la vida amorosa, en las relaciones con el lenguaje, con el placer, con los demás. De esta forma, 500 años después del nacimiento de esta carmelita extravagante, la escritura de santa Teresa de Avila interpela la memoria universal. Después de sus hermanas y hermanos carmelitas, y mucho más allá de la Iglesia Católica, la audacia de su experiencia espiritual y la precisión de su elucidación, el coraje de su obra reformadora del Carmelo, así como la vida monástica femenina y la modernidad de su deseo impetuoso, convoca a las feministas, interroga a filósofos, historiadores y psicoanalistas, fascina a artistas y escritores. Teresa invita al mundo secularizado a revaluar, sin descanso y sin prejuicio, la necesidad de creer que subyace al deseo de saber.
¿Cómo es la experiencia del amor en santa Teresa?
En el Siglo de Oro que desfallecía, Teresa encontró recursos en algunos textos bíblicos, como el Cantar de los cantares, que ha inspirado a todos los místicos. Por primera vez, es una mujer la que habla de amor: la Sulamita languidece por su sublime marido, a la vez rey y pastor. Ella lo ama, él también, pero él huyó. Enlace inasible, vacío constante, pero la esposa lo sabe: el amor existe. El cristianismo ha hecho de este vínculo su Dios, que es el amor del Padre ideal. Es este vínculo, este imán, el que nos falta hoy. Sin embargo, el humanismo, hijo rebelde del monoteísmo, constata que los seres humanos son capaces de interiorizar el amor del Otro: es el resultado de la alquimia amorosa de la fe que transforma la trascendencia en inmanencia. Esta inmanencia de lo divino en Teresa me fascina, el infinito está en ella y en cada cosa. Un testimonio extraordinario, si es que hacía falta, de que existe un humanismo cristiano intenso y todavía mal entendido, y que la cultura europea tiene que reinterpretar continuamente, si ha de sobrevivir al pensamiento-cálculo y reconstruirse permanentemente.
De ella se ha dicho: histérica, marrana, mística...
Teresa nos permite abrir el espacio interior del sentimiento amoroso. A su llegada al Carmelo, dividida entre los deseos y las prohibiciones, ella encontró una terapia para este malestar hablando con sus confesores y escribiendo. Cosa extraordinaria, se convierte en una "mujer de negocios", influye en la política de la Iglesia y funda 17 monasterios en 10 años sin dejar sus estados extáticos. Sus orígenes marranos, por su padre, la llevaron a cultivar su fe en secreto. Lo que es genial en Teresa es que la escritura no la llevó solamente a la profundización de sí misma, sino a un cambio en el mundo.
En el libro sobre su matrimonio habla del encuentro de dos infancias. ¿Qué quiere decir?
La infancia que nos une es, creo, una cierta facilidad para relacionarse con el cuerpo. Encontré en Philippe la misma emoción de los sentidos que encuentro en mí.
¿Cuál sería la relación (ideal) entre amor y matrimonio?
El amor no es "estacionario", ya lo dijo santa Teresa de Avila. Lo importante es conservar la base del acuerdo inmediato, la armonía de los sentidos y la alquimia sexual que permanecen indelebles incluso si cambian con la edad. Los encuentros que trascienden a lo largo de la vida no deben ser utilizados para destruir esta base.
¿Cuál es la diferencia entre el matrimonio y el asesinato?
Todo el desafío está, en efecto, en no tragar al otro en una pseudo-fusión que se manifiesta en última instancia en ser dominado por el narcisismo de uno solo. Creo mucho en la dimensión del cuidado que se prodiga en el otro. Nada debe ser fijado: Colette escribió que renacer no estaba por encima de sus fuerzas. Si las personas evolucionan, a menudo creen que traicionan. Ahora aprendemos a atravesar nuestras fronteras interiores. La identidad no es un culto. Es un viaje en el que no traicionas, si no que sobrepasas.
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