Justicia rusa envía a Pussy Riot a cárceles bajo duras condiciones

<P>Maria Alyojina cumplirá su condena en una prisión de Perm, donde están las cárceles con las criminales más peligrosas del país.</P>




El 10 de octubre, la Corte de Apelaciones de Moscú confirmó la condena de dos años de cárcel para Nadezhda Tolokonnikova y Maria Alyojina, por lanzar en febrero consignas contra el entonces primer ministro y actual Presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la Catedral Cristo Salvador de la Iglesia Ortodoxa, en Moscú. Este fin de semana, ambas fueron trasladadas a las prisiones donde cumplirán la condena por "vandalismo e incitación al odio religioso", una de las cuales se encuentra en Perm, región que en la Unión Soviética llegó a ser sinónimo de exilio y castigo forzado para los opositores políticos. "Los familiares vinieron a verlas y se enteraron de que Tolokonnikova (de 22 años) había sido enviada a la región de Mordovia (a 420 kilómetros de Moscú, ver infografía), y Alyojina (de 24 años), a la de Perm (a 1.400 kilómetros de la capital rusa)", explicó la abogada de las jóvenes, Violetta Volkova. Perm es una región de Siberia conocida por haber albergado algunos de los peores campos de trabajos forzados de la URSS. En dicha región, los reclusos deben soportar hasta 50 grados Celsius bajo cero durante el invierno, mientras que Mordovia (que también alojó este tipo de cárceles) es una zona de pantanos, cercana al río Volga. Aunque las autoridades aún no dan a conocer el nombre de las cárceles, las Pussy Riot dijeron en Twitter que "esos son los campos más crueles de cualquiera de los que podrían haber sido elegidos", según consignó la cadena británica BBC.

Tolokonnikova y Alyojina estarán tras las rejas en prisiones que también albergan a las criminales más peligrosas del país, incluidas miembros del crimen organizado, según el diario ruso The Moscow Times. En dichos centros, las barracas albergan a entre 30 y 40 convictas, según la agencia AP. El diario británico The Telegraph agrega que tras los ejercicios físicos matinales obligatorios, las presas pasan cerca de ocho horas realizando trabajos que requieren baja calificación, como la costura de uniformes militares o de botas.

La titular de la ONG Moscow Helsinki Group, Lyudmila Alexeyeva, dijo a la agencia Interfax que el envío a Mordovia o Perm confirma que la "política irracional de intimidación continúa", dado que "normalmente se envía a las personas condenadas a penas de prisión de corta duración muy lejos. Se hizo para mostrarle a la gente qué puede pasar. Es intimidación".

Según Vitaly Borshchyov, director de la ONG pro derechos humanos Comisión de Vigilancia Pública, el mayor peligro para Tolokonnikova y Alyojina serán sus compañeras, ya que la presión psicológica es mayor que en las colonias penitenciarias de hombres, donde la violencia física es la que impera. "No nos callaremos", dijo Alyojina a la Corte de Apelaciones el 10 de octubre. "Y aunque estemos en Mordovia o en Siberia, no nos quedaremos calladas… sin importar con cuánto afán traten de desprestigiarnos", añadió en ese entonces.

La Corte de Apelaciones concedió la libertad condicional a la tercera integrante del grupo, Katia Samutsevich, de 30 años.

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