Kia le cambia la cara al segmento familiar con la nueva Carens
<P>Con mejor imagen y un rediseñado espacio interior, la cuarta generación del monovolumen coreano vuelve con versiones de cinco y siete plazas.</P>
Pocas son las marcas que se atreven a ofrecer modelos de corte abiertamente familiar, pues nadie quiere admitir que conduce un "auto de mamá". Pero este no es el caso de Kia, que si bien en esta cuarta generación de su monovolumen Carens, modelo que estuvo ausente del line up de la marca durante más de un año y medio, ahora muestra un modelo más estilizado y de líneas más dinámicas, sigue fuertemente ligado a este tipo de vehículos.
Con unas cuatro mil unidades anuales, el segmento de los monovolúmenes es uno de los más pequeños de la industria de vehículos de pasajeros, dominado hoy por modelos como el Chevrolet Orlando y el Citroën C4 Picasso, y es precisamente con ellos con quien deberá competir la Carens, apuntando a vender unas 70 unidades mensuales.
Elementos para lograrlo hay varios. En primer lugar su nuevo diseño, que lo acerca más al estilo de un hatchback, con un capó más marcado y bajo, frontal rediseñado, neblineros alargados y líneas laterales más marcadas, también se agrandó la superficie acristalada con pequeñas ventanas junto a los pilares A y C, mientras que en la zaga hay nuevos faros y un pequeño spoiler.
Las medidas de la Carens también cambiaron y si bien mantuvo el largo de 4.525 mm, la distancia entre ejes creció en 50 mm (2.750 mm), y disminuyó en 15 mm su ancho (1.806 mm) y 40 mm la altura (1.610 mm).
Al interior mantiene su reconocida habitabilidad, con lugar para hasta siete pasajeros, aunque, como siempre, la tercera corrida de asientos está pensada en niños más que en adultos. Mesitas tras los asientos delanteros y cerca de una veintena de lugares para guardar objetos le confieren a este modelo su marcado carácter familiar.
Una novedad para esta generación es la incorporación de variantes con capacidad para cinco ocupantes, orientadas a quienes buscan capacidad de carga y no necesitan plazas extra.
Hay dos motores disponibles, un bencinero de 2.0 litros con 150 caballos de fuerza y 196 Nm de par máximo, y un diésel de 1.7 litro con 134 caballos de fuerza y un torque de 333 Nm. Los dos bloques podrán asociarse a transmisiones mecánica o automática de seis velocidades.
Así, dependiendo del motor y la cantidad de plazas, se podrá elegir entre tres líneas de equipamiento, dando origen a un total de seis versiones distintas.
La variante de entrada cuenta con cinco plazas, motor bencinero y transmisión mecánica, mientras que en equipamiento cuenta con aire acondicionado, kit eléctrico completo, asistente de dirección flexible (Sport, Confort, Normal), sistema keyless, radio con lector de CD, MP3, entrada auxiliar y USB, luces led de viraje, vidrios tinteados, un airbag, sensor de retroceso y anclajes Isofix por $ 10.290.000.
La versión intermedia estará equipada con siete plazas, cuesta $ 10.990.000 y agrega bandejas tras los asientos delanteros, volante y palanca de cambios revestidos en cuero, espejos exteriores abatibles eléctricamente, barras en el techo, neblineros, llantas aro 16, doble airbag y frenos ABS.
Finalmente, la variante más equipada, cuesta $ 11.590.000 y cambia a transmisión automática de seis velocidades, además de sumar la función ECO, que optimiza la respuesta del motor para hacer la conducción más eficiente.
En el caso de optar por el motor diésel, cada variante sube su precio en un millón de pesos, quedando en $ 11.290.000 la de entrada, $ 11.990.000 la opción intermedia y $ 12.590.000 la versión full.
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