Kick-Ass y el ascenso a la fama de sus jóvenes protagonistas

Singular es el mejor adjetivo para denominar a Kick-Ass. La película que debutó en salas locales, tras varios meses de espera, la misma semana que llegó al mercado de Norteamérica en DVD y Blu Ray, con la expectativa de superar, gracias a sus ventas, la barrera de los US$ 150 millones de recaudación. Una cifra no menor para un proyecto de sólo 28 millones de dólares , basado en el cómic de Mark Millar y John Romita Jr., que se apoderó de la taquilla norteamericana en su estreno. Todos hechos peculiares a los que se suma su papel clave en las carreras de sus protagonistas: el inglés Aaron Johnson y la estadounidense Chloe Moretz.

Ellos son los encargados de dar vida a Dave Lizewski y Mindy Macready, un adolescente y una niña en apariencia normales, pero que comparten un secreto: son superhéroes, sin superpoderes. En la trama, sus "carreras" se unen cuando el joven, en su alter ego de Kick-Ass, es contactado por la pareja de paladines Big Daddy y Hit Girl, quienes son realmente Mindy y su padre, el ex policía Damon MacReady (Nicolas Cage), para que los ayude a detener los planes de un zar de la droga.

La buena recepción de Kick-Ass, entre los jovenes y la crítica especializada (Kenneth Turan de Los Angeles Times dijo: "todos los argumentos que hacen populares a las películas violentas se conjugan bien y en un solo lugar") hizo que la popularidad de Moretz y Johnson se disparara y comenzaran a aumentar las ofertas de trabajo. En el caso de la primera, se convirtió en la protagonista de la versión estadounidense de Déjame entrar, la cinta sueca sobre una niña vampira. Además, Martin Scorsese la fichó para su visión de la novela HugoCabret y estelarizará Hick, filme basado en el libro de Andrea Portes.

Por su parte, aunque Johnson llamó la atención por su papel en Nowhere boy (filme donde es John Lennon y que se estrena en EE.UU. en octubre), no fue hasta la cinta dirigida por Matthew Vaughn que se le abrieron las puertas de Hollywood. La revista Variety aseguró que será parte de X-Men: first class y también participa en la cinta de suspenso Chatroom, de Hideo Nakata (El aro). Además, en 2010 debutaría la secuela de Kick-Ass, donde volvería a compartir con Moretz el protagonismo en pantalla, pero ahora ambos más cerca del estrellato.