La accidentada gira que trae a Guns N' Roses de vuelta a Santiago
<P>A 18 años de su único recital en el país, la banda de Axl Rose retorna con un tour sudamericano que ha estado marcado por cancelaciones y retrasos en el inicio de los shows en Uruguay y Brasil. Esta noche cantará en Movistar Arena ante 15 mil personas.</P>
Dicen que es "impredecible" y eso pareciera justificarlo todo. Axl Rose (48) llega hoy a Santiago, en el contexto de una gira sudamericana que partió el 7 de marzo en Brasil y que ha estado marcada por los retrasos y las decisiones de última hora. El líder del grupo que toca esta noche en el Movistar Arena (concierto para el que ya se han vendido 15 mil boletos) apareció la noche del jueves a la una y media de la mañana en el Estadio Centenario, de Uruguay, cuatro horas y media más tarde de lo previsto. El 13 de marzo pasado, en Sao Paulo, esta versión 2010 de Guns N' Roses -donde el cantante es el único sobreviviente de la formación original- comenzó su show con tres horas de retraso y un día después tuvo que cancelar una presentación en Río de Janeiro por un fuerte temporal que inhabilitó el escenario del Chinese democracy tour.
En Santiago también hay antecedentes: en diciembre de 1992, en la única visita a Santiago que registre esta banda fundada en Los Angeles en 1987, la música comenzó a las 23 horas y el cantante amenazó en un par de oportunidades con suspender la presentación por algunos objetos que el público lanzó al escenario. Esta vez los productores dicen que es "imposible" determinar siquiera una hora fija de llegada del músico y tampoco del comienzo del show.
Francisco Goñi, director de Time for fun, la empresa encargada del espectáculo, estimaba en la tarde de ayer que el vocalista -que viaja en avión privado y separado del resto de los músicos- arribaría durante "la madrugada o la mañana del sábado" y aseguraba que estaba "todo listo" para la normal realización del concierto.
Consultado sobre la posibilidad de que el músico apareciera más tarde de las 21 horas, que es el horario que aparece en los tickets, el empresario dijo que prefería "no ponerse en ese escenario" y que estaba preparado con "teloneros" (los locales Killterry y el estadounidense Sebastian Bach, ex cantante de Skid Row) para soportar una eventual demora. Comentó, además que, tal como sucede con todos los artistas que visitan el país, Axl Rose "fue informado del horario límite" que establece la ley y el recinto del Parque O'Higgins para hacer conciertos. "Ellos lo saben, así es que no veo por qué vayamos a tener problemas con eso", comentó.
El chico problema
A pesar del complejo carácter de Axl Rose, todos le reconocen la tozudez que ha tenido para mantener viva a su banda por tanto tiempo. El momento más difícil vino en 1993, cuando terminó con su novia, la modelo Stephanie Seymour, y fue "recogido" por Beth "Beta" Lebeis, que trabajaba como niñera del hijo de Seymour. Al día siguiente de ser despedida por la maniquí, la mujer aceptó la oferta de Axl Rose para irse a trabajar a su casa de Malibú, California. En el papel era su asistente, pero en realidad la mujer nacida en Sao Paulo era mucho más: se convirtió en su niñera. "Beta" es la madre postiza de un tipo que no conoció el concepto de familia feliz.
Golpeado y abusado por su padrastro de niño, Axl se ha mantenido concentrado y "limpio", según los escasos reportes sobre su vida, gracias a la música y los viajes. También dedica tiempo a su propia editorial llamada Black Frog Music y a engrosar su colección de autos Porsche. Esas fueron las ocupaciones en los siete años que el grupo estuvo fuera de los escenarios hasta 2000. Ese año reestrenó formación en Las Vegas y defendió en tribunales sus derechos sobre la marca Guns N' Roses. La misma que hoy lo tiene de vuelta a Santiago con un show impredecible. Como él mismo.
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