La adultez del cómic: llega la oscuridad de Watchmen

<P>Considerada una obra maestra del género, la historieta de Alan Moore sale a quioscos el miércoles a $ 1.900, más<B> </B>La Tercera.</P>




Los superhéroes existen, pero son como nosotros. Gente con buenas intenciones y un montón de defectos. Personas que no tienen ningún poder extraordinario, que cometen errores y pueden morir.

Así es el mundo de Watchmen: una realidad paralela donde los vigilantes disfrazados ayudaron a EE.UU. a ganar la guerra de Vietnam y después fueron declarados ilegales. La sociedad los admiró y luego les temió. La inquietud se resumió en una fra- se: "¿Quién vigila a los vigilantes?".

Obra clave en la historia del cómic, Watchmen llega a Chile editado por Unlimited. Al igual que su edición original, aquí se publicará por entregas: a partir del miércoles, cada semana aparecerá un tomo con dos números a $ 1.990, más La Tercera. También contendrá material complementario a la historia, realizado por Moore.

Publicados entre 1986 y 1987, los 12 capítulos de Watchmen ayudaron a cambiar la percepción de la crítica respecto de las historietas: ya no era un formato de simple diversión para niños y jóvenes; el cómic podía relatar historias complejas y conflictos adultos. Junto con otros autores de la época, como Frank Miller y Art Spiegelman, Moore abrió las puertas a historias más realistas, que acercaron el cómic cada vez más al arte.

Watchmen es, en definitiva, una historieta para adultos. Parte con un crimen: el asesinato en 1985 del superhéroe El Comediante. A partir de eso se reencuentra un pequeño grupo de ex superhéroes y comienza la investigación del oscuro Rorschach, un vigilante enmascarado que funciona fuera de la ley.

"No creo que mientras hacía Watchmen o mientras Frank Miller hacía Dark Night tratábamos de salvar a los superhéroes. Creo que más bien los estábamos asesinando", ha dicho Moore sobre su cómic, que en 1988 se convirtió en el primero de su género en ganar un Premio Hugo, otorgado a las mejores obras de ciencia ficción. Y su prestigio se mantiene: en 2005 fue la única historieta dentro de las 100 mejores novelas elegidas por la revista Time.

Las razones para el culto son varias: una buena historia, complejidad narrativa y crítica política, en un relato que descubre el pasado de los vigilantes a través de sus episodios menos heroicos: intentos de violación, discriminación homosexual y suicidio, entre otros. "Quería un Moby Dick de superhéroes; algo que tuviese esa clase de peso, esa clase de intensidad", explica Moore.

En 2009, se estrenó la película Watchmen, dirigida por Zack Snyder. Alan Moore se negó a aparecer en los créditos, porque prefería el formato original. "Me gusta explorar las áreas donde el cómic es exitoso y donde ningún otro medio ha sido capaz de operar. En Watchmen, eso es todo lo subliminal que ocurre en el fondo", ha dicho. "Hay cosas que solo noté en mi sexta o séptima lectura". Eso, porque el dibujante Dave Gibbons escondió varias sorpresas dentro de las viñetas, para el deleite de los fans.

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