La agenda comercial de la Direcon prioriza por el Pacífico
<P>Alvaro Jana, director de Relaciones Económicas Internacionales, defiende la Alianza TransPacífico, que une a 11 países, y dice que el capítulo sobre propiedad intelectual está aún en "una negociación abierta". También valora la Alianza del Pacífico, que comenzó hace un año, entre Chile, Perú, Colombia y México. </P>
UNA agenda muy copada tiene el director general de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), Alvaro Jana. Y todos son temas prioritarios: las negociaciones por la Alianza TransPacífico, TPP, el proceso de la Alianza del Pacífico, el análisis temático y la revisión de acuerdos en el marco de Apec y la definición de términos de referencia para un Tratado de Libre Comercio con República Dominicana.
En paralelo, se busca una fecha para iniciar las conversaciones para un acuerdo con Indonesia y se está terminando el documento con la propuesta chilena de modernización al acuerdo con la Unión Europea. "Estamos también ad portas de cerrar el proceso de expansión del acuerdo de bienes Chile-India", cuenta Jana. Y hay conversaciones exploratorias con los países del Golfo Pérsico y más avanzadas con Marruecos.
Apuesta plurilateral
Pero de todos los temas en la agenda es el TPP, el acuerdo de 11 países que impulsa EEUU y al que a fines de julio se incorporará Japón, el que acapara su atención.
Jana desestima las críticas, en cuanto a que EEUU busca imponer su postura en propiedad intelectual o que Chile tiene poco que ganar, dado que ya tiene acuerdos comerciales con prácticamente todos los países participantes. Cuando se concrete, el TPP abarcará el 11% de la población mundial y el 40% del PIB mundial. Sólo eso, a juicio de Jana, justifica la participación de Chile. Estar en el TPP no significa renunciar a los acuerdos existentes o renegociar todo lo pactado, sino profundizar y perfeccionar los tratados vigentes, explica.
Hay mucho que ganar, por ejemplo, en acceso a mercados. "Limitar la discusión al aspecto arancelario implica desconocer cómo funciona el comercio hoy", asegura. La realidad comercial del mundo se da en temas sanitarios, fitosanitarios, en las normas medioambientales y laborales, en la competencia de empresas privadas con las estatales, en acuerdos para facilitar la tramitación aduanera, en el comercio electrónico y en la certificación electrónica, plantea. "Ahí es donde están los problemas", dice el jefe de la Direcon. Lo mismo pasa con los servicios.
Además, agrega, el TPP permitiría acelerar la desgravación arancelaria con Malasia, Vietnam y Japón, incluir el acceso al mercado de servicios e incorporar normas para compras públicas con Perú, Malasia y Vietnam. Y se avanzaría en la acumulación de normas de origen; esto es, en un mecanismo que permita a las empresas de un país miembro utilizar insumos originarios de los demás países, como si fuesen del propio, para fines de acogerse a los beneficios pactados. Así se fomentaría la integración de cadenas productivas y económicas.
Es falso, asegura, que los países deban adherir a las propuestas de EEUU o marginarse. De partida, argumenta, los textos del TLC no se cierran por mayoría. Ya se han realizado 17 rondas de negociación y cada país ha hecho sus propuestas, incluso formándose alianzas entre países que comparten posturas.
Los temas laborales o medioambientales, muy discutidos en el TLC con EEUU, deben mirarse hoy con una perspectiva de "nivelar la cancha", indica. En el caso de Chile, añade, los estándares son muy altos; en otros países, no.
La filtración de parte de la discusión sobre propiedad intelectual, admite, es uno de los puntos más sensibles. Jana recalca que aún no se sabe cómo quedará redactado el acuerdo final. "El capítulo de propiedad intelectual está en una negociación abierta en la que EEUU tiene una posición y el resto de los países, otra", precisa.
De ninguna manera, advierte, se trata de un proceso anti China. El gigante asiático está entre los tres primeros socios comerciales de los países que participan en el TPP.
Integración regional
La Alianza del Pacífico, iniciada hace un año, es el otro gran tema en la agenda de la Direcon. Hoy, este bloque, que tiene como miembros plenos a Colombia, Chile, México y Perú, equivale a la novena economía del mundo, con 2,7% del PIB mundial, 35,8% de la población de América Latina y el Caribe, y un 30% de la inversión recibida en América Latina. Y la propuesta es tanto o más ambiciosa que el TPP. De partida, aclara Jana, no es un Acuerdo de Libre Comercio, sino un proyecto de integración que avanzará, entre otras cosas, hacia el libre tránsito de bienes, servicios, capitales y personas, y al que se han incorporado áreas que no estaban incluidas en los acuerdos bilaterales entre los cuatro países fundadores.
Por ejemplo, se termina con las exclusiones tarifarias y se apuesta a que el 90% de los productos quede de inmediato con arancel cero. Para el resto habrá plazos de tres, siete y 10 años, aunque estos últimos no superan el 2%. Otras metas son establecer un mercado de reglas de origen acumulado y la armonización de regulaciones en sectores como el cosmético y farmacéutico. En concreto, facilitar el tránsito y despacho aduanero, con una ventanilla única electrónica y operadores integrados.
"También estamos mejorando los capítulos de comercio e inversiones, con anexos en telecomunicaciones, transporte marítimo y aéreo, servicios y servicios financieros", añade.
Ya se ha avanzando en el libre tránsito de personas. Chile no exigía visas, México las eliminó y Perú hizo lo mismo con los permisos para viajeros de negocios. "Ahora habría que regular el tránsito de personas para trabajo remunerado, lo que exige ciertos requisitos de coordinación", explica Jana. En esta área se lanzó una plataforma de movilidad estudiantil, con la entrega de becas de pre y posgrado, para realizar actividades académicas en las universidades de los países de la Alianza.
Y por cierto, se está avanzando hacia la creación de un mercado integrado en compras públicas. Otras iniciativas que ya funcionan son la oficina común de promoción de inversión y exportaciones en Estambul (la próxima debería ser en Marruecos) y la embajada común en Ghana.
Todo esto se facilita por el hecho de que se trata de países con un alto grado de apertura comercial, con estabilidad macroeconómica, monetaria y fiscal. Además, comparten el énfasis en redes comerciales, cuya prioridad es Asia Pacífico, lo que debiera permitir avanzar en la construcción de cadenas de producción integradas por empresas de los cuatro países del bloque para abordar el mercado asiático.
Además, se discute sobre emprendimiento. "Por ejemplo, en el Mila (Mercado Integrado Latinoamericano, que reúne las bolsas de Chile, Perú y Colombia), estamos evaluando cómo potenciar la integración para crear un gran mercado emergente, que dé cabida a levantar capital semilla y mejore el financiamiento para las pyme", añade.
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