La ausencia de Néstor

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Los mal pensados habrán dado por seguro que la ausencia de Néstor Kirchner en la cita de cancilleres de la Unasur -que hubiera sido su debut como secretario general de ese organismo- se debió a su conocida propensión al atraso. "Se le olvidó la reunión, o se levantó tarde y perdió el avión", dio por sentado más de alguno. Lo cierto es que el hábito de hacerse esperar fue una característica muy comentada del argentino mientras fue Presidente, y su esposa y sucesora en la Casa Rosada también se ha ganado titulares de prensa por la misma razón. Simplemente, a ambos les cuesta mucho llegar a la hora a sus compromisos.

Pero ese no fue el caso este jueves, pues se sabía que Kirchner no estaría de cuerpo presente en Quito, donde el asunto en discusión era peliagudo: las acusaciones colombianas de que su vecino, Venezuela, tolera que los subversivos de las Farc ingresen a su territorio. ¿Fue lo complejo del tema lo que convenció al transandino de que era mejor no arriesgarse a inaugurar el cargo con un lío de proporciones? ¿O pensó que su presencia, en esta ocasión, podía ser más un obstáculo que una ayuda? ¿O bien, como algunos han sugerido, Kirchner cree que una cumbre de mandatarios, y no de cancilleres, sería un foro más apropiado para su debut a la cabeza de Unasur?

Como sea, después de poner tanto empeño para ser escogido en el cargo, muchos creían que Kirchner se desviviría por mostrarse como un actor clave en el tablero regional. Tal vez en eso el argentino sí retome la costumbre de hacerse esperar. (MOJ)

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