La base de la Virgen se convierte en oratorio

<P>Por dentro es hueca y está oxidada. A la Virgen la pintaron cuando vino Juan Pablo II y no se le hizo nada más. Eso, hasta hoy, que se inaugura un oratorio justo debajo de sus pies. </P>




sta tarde, cuando los focos que iluminan a la Virgen del Cerro San Cristóbal ya estén encendidos, el arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz, y el rector del Santuario de la Inmaculada Concepción, padre Rodrigo Tupper, inaugurarán los recintos sacros que la Iglesia Católica posee en la cima del Parque Metropolitano y cuyos trabajos comenzaron en 2005, cuando Tupper asumió la dirección del Santuario. Se trata del templo La Maternidad de María y de un pequeño oratorio ubicado justo debajo de los pies de la Virgen, en el espacio que cumple la función de base de la estatua.

Este último lugar era hasta agosto pasado una especie de ermita pintada de blanco, desde donde el Papa Juan Pablo II había bendecido a la ciudad, en 1987, y donde aún se puede distinguir el Evangelio de San Mateo sobre un altar de piedra ubicado en el centro. Desde esa fecha no se le hacía nada a la Virgen. Esta es la primera en 13 años.

A fines de 2009, el padre Tupper le encargó a la artista Francisca Leighton (41) intervenir el oratorio para que los feligreses se sintieran acogidos cuando llegaran a la cumbre. Primero había buscado a la religiosa que había pintado la cripta de Santa Teresa en el Santuario de Los Andes, pero finalmente llegó a un acuerdo con la artista de la UC, quien también tenía experiencia pintando imágenes religiosas. Nueve meses estuvo yendo hasta la cima del cerro a acondicionar el espacio de 10 metros de altura. La terminó en agosto y hoy es la inauguración.

El trabajo de Leighton es un colorido espectáculo visual en que dialogan, entre otras, figuras de los santos chilenos, Alberto Hurtado y Teresita de Los Andes. El acondicionamiento incluyó también una puerta vidriada y una serie de banquetas de madera adosadas a los muros.

Tupper asigna un valor especial al Santuario en su relación con la capital: "La Virgen es un auténtico ícono de Santiago. Quienes hemos nacido en esta ciudad hemos crecido contemplando esta imagen, que nos cuida y protege".

La administradora del Santuario de la Inmaculada Concepción, Sandra Plaza, cuenta que no existen registros oficiales de intervenciones al interior de la estatua religiosa. Por eso, cuando empezaron las obras encargó fotografiarlo inmediatamente. Ni siquiera Juan Guzmán, empleado desde 1987 en el Santuario, recuerda que alguien haya entrado a ese compartimiento secreto. "Cuando vino el Papa, la preocupación fue arreglarla por fuera. Debe haber sido la primera vez que recibía una manito de pintura desde que fue ensamblada, a principios del siglo pasado", explica.

El padre Tupper encabezó personalmente el grupo de personas que ingresó al espacio de 24 metros de altura (la figura mide 14 metros y la base, 10). Según cuenta el sacerdote, el interior es ahuecado, tal como la Estatua de la Libertad que, al igual que la Virgen, es de hierro y bronce y también construida en una fundición de París.

Otro de los espacios rescatados en la cima del cerro San Cristóbal, es el templo la Maternidad de María, cuya recuperación estuvo a cargo de la experta en conservación de la UC, Cecilia Beas. Allí figuraban hace tiempo los murales del religioso alemán Peter Horn, que datan de 1910 y que se empezaron a restaurar en 2007.

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