La caída de John Galliano, el diseñador más influyente

Natalie Portman no lo perdona. La joven, que recién ganó el Oscar a Mejor Actriz y que tiene contrato con la marca Dior para promocionar su perfume Miss Dior Cherie, manifestó su repudio contra los dichos antisemitas de John Galliano, diseñador de esta casa de modas parisina que fue despedido ayer por pronunciar frases como "adoro a Hitler" y agresiones verbales racistas contra unos clientes de un bar de París. "Estoy profundamente conmocionada y asqueada por los comentarios de Galliano... Como una persona que se siente orgullosa de ser judía, no voy a estar asociada con el señor Galliano de ninguna manera", dijo, a través de un comunicado, la protagonista de Cisne negro. Y la suya es sólo una de las estocadas que ha recibido el modisto, considerado "uno de los más importantes de la moda", según el New York Times.

Galliano hizo algo grave que empaña todo su legado. Hijo de un gásfiter inglés y una andaluza, llevó la moda al máximo en sus 15 años en Dior, con desfiles como obras teatrales, shows montados en óperas y hasta estaciones de trenes, con decorados de películas, efectos especiales y lluvia de mariposas de papel. Con su participación Dior cuadruplicó sus ganancias, que en 2009 llegaban a US$ 957 millones.

Sin embargo, el éxito se revirtió la semana pasada. Primero, el jueves 24, el diseñador de 49 años encaró en la terraza del café parisino La Perle a una pareja que posteriormente lo denunció por agresiones e insultos antisemitas. Entonces, fue detenido por la policía. Le realizaron la alcoholemia, que dio una tasa de 1,01 miligramo. Luego se le dejó en libertad y la fiscalía inició una investigación. Entonces, Dior decidió suspenderlo hasta que se conocieran los resultados de los peritajes.

Galliano tomó la ofensiva y se querelló por "difamación, injurias, amenazas y agresión" contra la pareja que lo acusó. Sin embargo, el lunes, el diario The Sun emitió otra acusación aún más contundente. Un video donde se ve al modisto, en estado de ebriedad, agrediendo a otros parroquianos, en el mismo bar: "Adoro a Hitler. Personas como ustedes estarían muertas. Sus madres y padres estarían todos gaseados", les dice. Al mismo tiempo, se recibía otra denuncia de una mujer, por los mismos insultos racistas.

Dior actuó rápido: el presidente de la empresa, Sidney Toledano, señaló ayer en un comunicado que condena "rotundamente" las declaraciones del artista, porque están "en completa contradicción con los valores esenciales" de la empresa, e inició el proceso de despido.