La caída del petróleo y la tentación de los autos a diésel
<P>Un estudio arrojó que el ahorro real que genera un vehículo petrolero se aprecia sólo cuando se superan los 74 mil kilómetros de uso en ciudad. ¿Y en carretera? Pasados los 191 mil kilómetros. Pero eso no es todo lo que se debe tomar en cuenta, ya que las mantenciones también tienen valores diferentes.</P>
En junio de 2014, el precio del petróleo alcanzó su valor más alto de los últimos dos años: el WTI se transó en US$ 107. Este resultado, sin embargo, está lejos de ser hoy una realidad, ya que el combustible no supera los US$ 45 por litro y las perspectivas indican que se mantendrá en estos niveles por un tiempo más. De hecho, los pronósticos de Bloomberg indican que el próximo año el barril alcanzará los US$ 49,4.
Con ese escenario en mente, cabe preguntarse si ¿conviene o no comprar un automóvil a diésel?
Un estudio elaborado por la economista Michèle Labbé intentó responder esta interrogante y concluyó que, efectivamente, ocupar el diésel genera un ahorro real, pero sólo cuando se alcanza un número importante de kilometraje.
En el ejercicio, la experta tomó un vehículo Suv con motor 2.0 litros, tracción en las cuatro ruedas y full equipo, donde se consideraron los rendimientos oficiales señalados por la fábrica. El modelo bencinero está a la venta hoy a $ 22.453.286, y el diésel, a $ 25.374.115. La diferencia llega a los $ 2.920.829.
Con la gasolina y el diésel al precio actual, $ 650 y $ 400, respectivamente, si el vehículo se mueve sólo en la ciudad, pasados los 74 mil kilómetros se compensa la diferencia de valor que tenía respecto del auto a diésel. En el caso de manejarlo 100% en carretera, el ahorro en dinero se genera una vez superados los 191 mil kilómetros.
En cambio, si se considera la relación histórica de precios entre la bencina y el diésel más cercana a $ 650 y $ 495, respectivamente, en el caso de un uso en un 100% en ciudad, el ahorro en dinero ocurre una vez que se pasan los 93 mil kilómetros. Ahí, se logra el equivalente al mayor precio de la adquisición del auto a diésel. En una conducción 100% en carretera, el ahorro se obtiene cuando se superan los 312 mil kilómetros.
Por esto, una de las preguntas clave que se deben considerar a la hora de adquirir uno de estos ve-hículos es en cuánto tiempo se planea cambiar de modelo y qué tipo de uso se le dará.
Según el anuario 2015 de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), en Chile los automóviles diésel representan el 25% del mercado de vehículos livianos. Agrega, además, que desde 2009 la venta de vehículos menores petroleros ha tenido un sostenido aumento, desde el 22% del total en dicho año, hasta 28% en 2014.
Alberto Escobar, gerente de Asuntos Públicos de Automóvil Club de Chile, explica que "los automóviles diésel tienen una economía de cerca de un 30%, a diferencia de los bencineros. Obviamente, tienen mayor rendimiento, pero el ahorro significativo se da cuando se recorren más de 27 mil kilómetros al año". Menos de eso, asegura, no será rentable.
Añade que las variaciones constantes en los precios de los combustibles han hecho que su precio se acerque progresivamente al valor de la gasolina y, además, la propia evolución de los motores modernos han logrado igualar e incluso reducir el consumo y las prestaciones que puede ofrecer un automóvil petrolero.
Otro factor a considerar al adquirir un auto a diésel es que los precios de las mantenciones y reparaciones son distintos a los bencineros. Las principales diferencias entre ambos servicios dicen relación con los componentes que se reemplazan en esos trabajos.
En el sector automotriz estiman que la mantención de un motor a diésel puede ser hasta un 25% más cara. En esto, precisan, influyen elementos como, por ejemplo, que necesitan un mayor nivel de pureza en el motor, por lo que los filtros -tanto de aire como de combustible y aceite- deben ser de una fabricación más resistente que las que usan los vehículos bencineros.
Además, los modelos de diésel usan un aceite más caro y los ve-hículos más modernos están usando un elemento llamado urea, que sirve para disminuir las emisiones de óxidos de nitrógeno.
En Europa, los especialistas automotrices están mirando con cautela la adquisición de vehículos a diésel. Esto, porque estiman que las próximas legislaciones ambientales serán más estrictas con este tipo de vehículos.
¿Y en cuanto a la reventa? En Automóvil Club prevén que el mercado secundario de los vehículos diésel es igual al de los autos bencineros. Entre los atractivos a los que pueden aspirar los propietarios de segunda mano está el ahorro del pago del IVA y del impuesto verde. Este último puede superar fácilmente los $ 500 mil.
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