La Chascona




Señor director:

Recientemente, visité La Chascona, la casa de Pablo Neruda en el barrio Bellavista, la cual destaca por su curiosa arquitectura y los valiosos objetos y pinacoteca que formaban parte del mundo del poeta, con cuadros de Diego Rivera, Roberto Matta y otros connotados pintores amigos. El museo se encuentra bien conservado y cuenta con un personal que atiende con profesionalismo y amabilidad a los visitantes, muchos de ellos extranjeros, ante quienes podemos sentirnos orgullosos de nuestro gran poeta.

Pero no duró mucho el entusiasmo. Bastó con salir al jardín de la casa para sorprendernos con un lamentable espectáculo: justo al frente de esta casa museo se encuentra un sitio eriazo, que está transformado en un basural. Al consultarle al guía por esta situación, me dijo que la Fundación Neruda había realizado diversas gestiones para que se limpiara dicho sitio, pero que habían resultado infructuosas.

Resulta paradójico que el museo de este premio Nobel, una de las mayores expresiones de nuestra cultura, se encuentre frente a un basural. Sin duda, Neruda merece más respeto y dignidad. ¿Quién le pone el cascabel al gato?

Enrique Errázuriz

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