La crisis del surf en Concón

<P>Éxodo de surfistas en Playa La Boca amenaza con terminar uno de los deportes que revitalizó el borde costero de esa comuna. </P>




Luego del tsunami del 16 de septiembre, que arrasó con cuatro escuelas de surf en Playa La Boca de Concón, todo cambió. Ya no se vieron los mismos turistas y tampoco los cientos de surfistas que, cada fin de semana, recorrían con sus tablas extensas millas de mar hasta el cansancio. Las competencias cesaron y el mar se volvió calmo. "Nunca se había visto algo así en 25 años", dice Pablo Ramírez, instructor de Chilextremo, la primera escuela de surf de esa comuna, mientras cuenta que actualmente trabajan con sólo ocho personas. "En un fin de semana teníamos un peak de 300 personas y ahora estamos con 40, que se dividen entre las 19 escuelas de surf que hay ahora en Concón", agrega.

Ramírez piensa que lo que ha pasado "es fuerte" para la industria y también para aquellos que se dedican a enseñar no sólo el surf, sino también otros deportes náuticos durante el año. "Nosotros hacemos stand up paddle (surf con remo), y esto nos ha afectado con la venta de trajes y tablas, incluso, teníamos actividades con colegios que al final se suspendieron por el miedo", agrega. Tanto Chilextremo, como Soul Surf, Aloha Surf y la escuela de surf La Boca, se han recuperado poco a poco, luego que las olas arrasaran con todas las instalaciones ubicadas en el ala sur de la playa. Sin embargo, la incertidumbre se mantiene intacta.

En este sentido, el instructor piensa que entre diciembre y enero "nos puede ir mejor", pero no cree que alcancen la misma cantidad de gente que tenían durante fines de semana largos. "Nosotros dábamos clases de surf y ahora eso se está extinguiendo porque no vienen los alumnos", aclara.

Otro de los problemas que han debido sortear algunas escuelas es la falta de patentes. Actualmente, 15 de éstas no tendrían autorización municipal para funcionar, lo que también ha complicado el proceso de revitalización económica del sector.

Raúl Arbolu, encargado de la escuela Kai surf, indica que "llevamos cinco años esperando que den un permiso, y es lamentable porque no se reconoce el aporte que hacemos a Concón. Acá no somos los únicos sin patente, también hay una feria artesanal". El concejal DC, Marcial Ortiz, apunta sus dardos a los privados dueños del terreno arrendado por las escuelas. "No han querido legalizar su terreno. Y le siguen arrendando a la gente, y resulta que cuando llegan a la municipalidad no se le pueden entregar patentes hasta que no tengan recepción final. Si ellos no legalizan su propiedad no van a poder tener sus negocios bajo todas las normas legales".

La concejal independiente, Sandra Contreras, explica que la decisión de entregar las patentes es "responsabilidad del alcalde", y por lo mismo cree que el municipio debería buscar la forma de solucionar el problema con los emprendedores.

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