La crisis que trajeron las heladas a las viñas de Casablanca y el Maipo
<P>En Casablanca se ha perdido, como mínimo, un 50% del <I>chardonnay</I> y <I>pinot noir</I> plantado. En el valle del Maipo, las mermas llegarían hasta 70% en las variedades blancas. Operadores están expectantes ante una segunda oleada.</P>
UN nivel de temperaturas que no se registraba en los últimos 40 años sorprendió, el 17 de septiembre a los valles de Casablanca y del Maipo. Las heladas son habituales en primavera, pero lo inesperado fue su magnitud: en Casablanca las mínimas llegaron a -6° Celsius y en algunas zonas, hasta -8,8° Celsius. Y duraron más de seis horas.
La alerta en ambas zonas es alta. El fenómeno climático impactó principalmente a variedades como chardonnay, pinot noir y sauvignon blanc, relata Wilfred Leigh, gerente general de Bethwines, holding del grupo Bethia que maneja Viña Indómita, en Casablanca, y Santa Alicia, que tiene plantaciones en el Maipo. El valle de Casablanca, que aglutina al 5% de las plantaciones del país, es el más afectado: un 37% de sus vides corresponde a chardonnay y 20%, a pinot noir. Las heladas, agrega, significarán una pérdida de producción de 70% de ellas.
Arturo Larraín, gerente general de Viña Matetic, estima que las mermas en esa zona fluctúan "entre el 50% y 100% de las cepas tempranas (chardonnay y pinot noir)". Pero aún es muy pronto, sostiene, para evaluar el daño en sauvignon blanc y syrah.
René Araneda, presidente de Vinos de Chile -que representa más del 90% de la industria-, es un poco más conservador: dice que habría una caída de hasta 40% de la producción para variedades tempranas.
El valle del Maipo, en tanto, no resultó ileso. Con 12.600 hectáreas plantadas, un 10% del total nacional, 86% de sus vides son variedades tintas, como cabernet y syrah, que brotan más tarde. Pero sí tiene un 14% de variedades blancas, como chardonnay y sauvignon blanc, las que, "al estar brotadas, sí sufrieron daños similares a Casablanca. O sea, del orden del 60% a 70% de la producción", estima Leigh.
El panorama podría empeorar, coinciden en el sector, si se presenta una segunda ola de heladas a mediados de octubre, que pueda afectar otras variedades en Casablanca, que aún no han brotado. En primavera, las primeras cepas en hacerlo son el chardonnay y el pinot noir. Luego el gewürztraminer y pinot gris y, después de algunos días, el merlot y el cabernet franc. Después vienen el sauvignon blanc y syrah.
"Todos los efectos de nuevas heladas se irán sumando y eso generará pérdidas no sólo al rubro hortofrutícola, sino también a toda la cadena de comercialización. Lamentablemente, también afectará el empleo agrícola de temporada", afirma el gerente de Viña Matetic.
Con el paso de los días, las primeras plantas dañadas comienzan a generar una segunda brotación, de yemas secundarias, que producen, en promedio, un 40% de la primaria, dice el ejecutivo. Si una helada destruye el brote inicial y éste es reemplazado por la yema secundaria, entonces la cosecha disminuye, al menos, en un 50% a 60 % y la calidad es muy menor. El escenario es peor si viene una segunda helada. "Se pierde toda la cosecha", advierte Larraín. Coincide Carlos Cousiño, presidente de Viña Cousiño Macul: "Si vuelve a helar en los próximos días, las consecuencias serán mucho más severas para la producción del Maipo".
Las viñas sacan cuentas
Para Viña Matetic, las superficies afectadas corresponden a cerca del 20% de sus 160 hectáreas plantadas, con un daño variable en chardonnay y pinot, dependiendo de la zona geográfica y su grado de madurez al momento del fenómeno. Por eso, explica Larraín, "aún es temprano para cuantificar, en términos reales, las pérdidas en kilogramos".
Bethwines verá mermado su volumen entre un 20% y 25% en Casablanca, correspondiente a 25 hectáreas con las que no contará. Pero dentro de su portafolio, los vinos de Casablanca (en pinot noir y chardonnay) representan un 15% de sus ventas, que en 2013 estarán entre US$ 55 millones y US$ 57 millones.
Las operadoras más pequeñas también resienten la situación. Julio Donoso, dueño de la viña orgánica y biodinámica Montsecano, en Casablanca, cree que sufrirá un 60% de merma de su producción. "Perdí 8 mil botellas de pinot noir, de entre 14 mil y 15 mil que pensaba hacer en 2014", detalla el empresario.
Efectos para la vendimia
Lo anterior tendrá un impacto en la próxima vendimia, a la que se estima se llegará con poco o nada de los volúmenes proyectados de chardonnay y pinot noir. Y es que heladas de esta envergadura "no sólo dañan la producción de la temporada en curso, sino que también merman en algún porcentaje la productividad del año siguiente", a juicio de Larraín.
Leigh cree que "se afectaría entre un 10% y un 15% del total de la producción del país", mientras que Araneda, de Vinos de Chile, calcula que, preliminarmente, habría un 20% de pérdida, considerando en ese cálculo todos los valles y cepas.
Con todo, estima que hay que dejar un mensaje de tranquilidad, ya que "esto no va a implicar desabastecimiento, pero sí, probablemente. dificultades que se pueden dar desde mediados de 2014", complementa Araneda. En esa línea, la entidad ha mandado comunicados a los agentes internacionales donde ha transmitido que las bodegas están funcionando normalmente. "Hay bastante inventario de vino de 2012 y 2013 para mitigar el daño en las ventas", asegura.
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