La difícil noche del Rey Arturo

staba a una hora de no cumplir con el compromiso de llegar a la concentración de la selección chilena en Juan Pinto Durán. Eran las 22.00 y Arturo Erasmo Vidal estaba en el kilómetro 25 del Acceso Sur a Santiago, perdido, desesperado y con 1,2 gramos de alcohol por litro de sangre. Al "Rey Arturo" no lo salvaría su corona, ni su cartel de ídolo. Vidal, a esa hora, en ese lugar, era un ciudadano más que tendría que enfrentar la ley.

Fue a casi 100 metros antes de llegar al Paso Superior Los Guindos, en Buín, que Vidal chocó su Ferrari de $ 184 millones contra un auto Chevrolet, modelo Sonic. Ese fue el punto exacto donde culminó una noche marcada por el juego, el vodka y la velocidad. De acuerdo a las versiones de los garzones y trabajadores del Casino Monticello, el volante habría llegado a ese lugar a las 16.00 horas. El 23 de la Juventus llegó acompañado de su esposa María Teresa Matus , dejando su auto deportivo en el sector Premium de los estacionamientos. El jugador se bajaría junto a su esposa y enfilarían hacia la puerta que da directo al "Salón Privé", ubicado en el ala este del lugar.

Así comenzó una larga tarde de juegos, donde el volante incluso fue grabado jugando cartas, junto a otras personas. "¿Cuánto te pasó? ¿140? Ya poh", se le escucha decir al jugador formado en Colo Colo en el video. El trago elegido para amenizar el juego fue el vodka. "Más de uno", dicen trabajadores del establecimiento.

La tarde terminó cerca de las 21.30 horas. A Vidal le faltaba una hora y media para llegar a Juan Pinto Duran y prepararse para el partido de mañana con Bolivia por la Copa América. El se retiró del casino y tomó la pista derecha del Acceso Sur a Santiago, que une la circunvalación Américo Vespucio con la Ruta 5 Sur. Al avanzar 25, 6 kilómetros impactó a otro vehículo lo que provocó que volcara y el Ferrari de Vidal quedara al borde de una zanja en la ruta.

"El Celia", como le dicen sus más cercanos, estuvo cerca de caer a la ruta que va hacia la localidad de Los Guindos. Quedó justo en la cornisa, de lo contrario, hubiese caído a casi cinco metros de altura. Eran las 22.00 horas y el volante de La Roja no podría avanzar más por sus propios medios, pues minutos más tarde serían los carabineros los encargados de trasladarlo a constatar lesiones. Sin embargo, la conversación del futbolista y la policía estuvo lejos de ser amigable, ni menos, de ídolo a seguidor. Fue de imputado a autoridad.

Según se pudo ver en otro video que circuló ayer por Internet, Arturo Vidal increpó al carabinero que tomó el procedimiento y le dijo: "Estai huevón ¿Cómo voy a venir manejando esa huevada, como soy tan tonto, no pensa'i?"

El carabinero le respondió: "Si la cagó, la cagó, caballero", ante lo que Vidal le contestó desafiante: "¿Cómo, yo la cagué? (...)¿Me vas a esposar a mí? Espósame, pero te vas a cagar a todo Chile". El policía no hizo caso a la advertencia y lo condujo al Hospital de Buin a constatar lesiones y tomarle la alcoholemia.

Luego de los trámites médicos, el volante de la selección fue trasladado en una patrulla de Carabineros hasta la 15a comisaría de Buin. Allí, Vidal aprovechó de grabar un video donde afirmó "no fue culpa mía, esto bien". Sin embargo, al "Rey Arturo" no lo salvaría su mensaje, pues pasada la medianoche la fiscalía anunció que lo formalizarían por conducir en estado de ebriedad. La noche de Vidal comenzaba así otra etapa; lejos del juego y la idolatría. De ahí en más tendría un mano a mano con la Justicia, sus compañeros, y la hinchada.

Más tarde, luego de que su permanencia en la selección se había confirmado, el volante reconoció que había bebido y pidió perdón entre lágrimas.