La encrucijada húngara entre "democracia liberal" y "putinismo"
<P>El primer ministro húngaro Viktor Orban es acusado de adoptar un modelo similar al de Putin.</P>
Le dicen "el Chávez de Europa", aunque sus partidarios sostienen que aquello es una mera caricatura. Viktor Orban, el primer ministro de Hungría, era un líder estudiantil cuando en 1989 su país logró desprenderse de la ocupación soviética, convirtiéndose en la primera nación de la "Cortina de Hierro" que abandonó el comunismo para adoptar una democracia liberal. Sin embargo, ahora la Hungría de Orban está haciendo historia porque es el primer país donde el "putinismo", concepto que acoge las ideas y las políticas de Vladimir Putin, ha tomado fuerza.
En abril pasado, Orban consiguió su tercer mandato (el segundo consecutivo tras su primera gestión 1998-2002) y desde entonces es acusado de reforzar un populismo "al estilo Putin". Sin embargo, el sábado fue más lejos aun cuando anunció que Hungría abandonará su democracia liberal para reemplazarla por un "Estado no liberal".
Fareed Zakaria, columnista de The Washington Post, escribió ayer que Orban ha puesto de manifiesto el alza del "putinismo". "Para él, el mundo cambió en 2008, cuando habló del colapso financiero de Occidente. Desde entonces ha dicho que el poder estadounidense va a la baja y que los valores liberales encarnan 'corrupción, sexo y violencia'", sostiene Zakaria.
Orban ha disparado las alarmas de la Unión Europea después de las críticas que ha hecho contra el bloque, por poner a sus aliados al mando de instituciones independientes, sus estrictos controles sobre la prensa y sus cuestionadas maniobras electorales. Pero también por su populismo: el primer ministro húngaro, abogado y ex jugador de fútbol semiprofesional, construyó un estadio para cuatro mil personas en Felcsut, su pueblo de infancia que solo es habitando por 1.700 personas.
Según Zakaria, "las acciones de los últimos años de Orban demuestran de que su modelo (no es otro) que Rusia bajo Putin". Tanto Zakaria como otros analistas occidentales estiman que Hungría no es el único país que ha adoptado el "putinismo". También lo estaría haciendo Turquía e India. Otros modelos de sistemas no liberales en la línea de esta nueva tendencia serían China y Singapur. De acuerdo con el diario The Wall Street Journal, Hungría ha puesto énfasis en sus intereses nacionales y esa política marcará los cuatro años que le restan a Orban.
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