La expedición maorí a Isla de Pascua

<P>Dos canoas tradicionales maorís navegarán desde el puerto de Auckland hasta el de Hanga Roa en un intento por cerrar el llamado "triángulo polinésico", conformado por Nueva Zelandia, Hawái y Rapa Nui, en un viaje que durará aproximadamente tres meses. Todo para unir a las culturas, hoy separadas, de la Polinesia.</P>




LAS TRIBUS maorís de Nueva Zelandia tienen sus ojos puestos en Rapa Nui, y no se trata de una invasión. El 17 de agosto, 24 neocelandeses comenzarán un viaje que les tomará unos tres meses, y en el cual navegarán entre la bahía de Auckland e Isla de Pascua, arriba de dos canoas típicas de doble casco, guiados por nada más que los conocimientos de navegación heredados por sus antepasados.

Es el Waka Tapu, que en maorí significa "canoa sagrada" y que tiene como gran meta alcanzar el último tramo del "triángulo polinésico", conformado por Nueva Zelandia, Hawái e Isla de Pascua. La travesía es organizada por el Instituto de las Artes y Artesanía Maorí neocelandés y su objetivo primordial es enseñar y traspasar a las futuras generaciones conocimientos de la cultura maorí y polinésica, en particular de la navegación en el océano con métodos tradicionales y no los tecnológicos utilizados en la actualidad.

De paso en Chile para un viaje de inspección a Isla de Pascua, Karl Johnstone, director del instituto, analiza el evento que tendrá a sus compatriotas en alta mar por 20 semanas (entre la ida y la vuelta). No ostenta un look "aborigen", se ve por el contrario un tipo común y corriente, pero no pierde tiempo en hacer lucir sus antepasados maorís, al tiempo que afirma orgulloso: "Este viaje cierra un capítulo de nuestra historia".

Habla del Waka Tapu con total pasión. Quieren llevar a Isla de Pascua su cultura, ponerla en comunión con la rapanui, tal como en 1985 lo hicieron tribus polinésicas de Hawái con ellos, inspirando la primera travesía maorí: "El océano Pacífico era una verdadera carretera para ellos, no una barrera, como lo vemos nosotros hoy en día", dice.

Pero la verdadera estrella de esta travesía descansa en un hotel a la espera de partir a Isla de Pascua. Su nombre es Hekenukumai (Héctor) Busby, quien este 2012 cumplirá 80 años y es una eminencia en la construcción de las canoas tradicionales con las que se realizará la expedición. Una figura pública, un símbolo de la cultura maorí en Nueva Zelandia, que con este viaje verá cumplido un sueño: cerrar el triángulo polinésico que comenzaron a navegar en 1992 y así unir a los pueblos que lo conforman.

Busby vio llegar a las costas de Nueva Zelandia, en 1985, la canoa "Hokule'a", proveniente desde Hawái, y eso lo inspiró a construir su propia canoa, la ahora famosa "Te Aurere". Esta ya ha recorrido más de 30 mil millas náuticas visitando Hawái, la Polinesia Francesa, las Islas Cook, Nueva Caledonia y las Islas Norfolk.

Por la importancia de estas embarcaciones para la cultura maorí, hoy en día el Instituto de las Artes y Artesanía Maorí tiene una escuela donde enseñan a los niños las técnicas de construcción de las "wakas" (canoas), de las que Héctor ya ha construido más de 30. En este importante viaje a Isla de Pascua, "Te Aurere" será acompañada por su segunda canoa "Ngahiraka Mai Tawhiti", llamada así en honor a su esposa.

Karl no está seguro de si Busby podrá ir arriba de su waka en este titánico y extenuante viaje. Sabe que ganas tiene, pero que el estado físico ya no lo acompaña: "El es el líder de la expedición, si no puede estar arriba estará esperándolos en el puerto de llegada, pero debe estar ahí. Siempre nos dice que si todo sale bien y el viaje es un éxito, va a poder morirse tranquilo".

Porque, por supuesto, no hay garantías de que lleguen exitosamente a Hanga Roa.

La travesía

Probablemente la gran dificultad tras el Waka Tapu es su impedimento de utilizar métodos contemporáneos de navegación, como por ejemplo, un simple GPS. En contraposición, usarán técnicas tradicionales maorís, que incluyen mapas astrales, análisis de las pautas de vuelo de los pájaros (como los kuaka), patrones de migración de las ballenas y movimientos de las mareas.

Por supuesto Karl tiene presente que los antiguos conocimientos maorís nada sabían del cambio climático y que las condiciones medioambientales se van modificando con el tiempo, por lo que están trabajando muy duro en tener la información precisa y correcta para no cometer errores. Para eso, el equipo se prepara desde febrero de este año con el objetivo primordial de que los más viejos puedan traspasar a los más jóvenes, quienes estarán en alta mar en agosto, los conocimientos necesarios para llevar a cabo la tarea con éxito. Así, el Waka Tapu cumple su fin último: transmitir los conocimientos ancestrales a las nuevas generaciones.

Las canoas, que no tienen cabinas de ningún tipo, albergarán a 12 hombres y navegarán en promedio 100 millas náuticas al día, teniendo paradas en las pequeñas islas de Raivavae y Mangareva, en la ida, y en Tahití y Raratonga, durante el regreso. En Isla de Pascua ya se planea una gran bienvenida, que incluirá una visita a las escuelas de Hanga Roa para compartir la experiencia del Waka Tapu y los conocimientos de la cultura maorí.

"Cómo sabes si después los rapanui nos van a visitar en su propia waka. Los vamos a estar esperando en Aotearoa", dice Karl.

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