La familia Traverso quiere crecer en almientos, sal y negocios inmobiliarios

<P>Los socios se están diversificando desde la tradicional firma de vinagres y aliños que fundó su abuelo hacia nuevos rubros. Ya están explotando una mina de sal que compraron en el norte y quieren construir bodegas y placas comerciales.</P>




La empresa de alimentos Traverso está concretando el mayor proyecto de inversión de sus 115 años de existencia. Su objetivo es claro: aumentar sus exportaciones y abordar dos nuevos mercados externos, Argentina y Perú. Para eso levantará una nueva planta en San Bernardo, con un costo superior a los US$ 10 millones, cuya primera etapa se inaugurará en el primer trimestre de 2013.

La construcción multiplicará por cinco su capacidad de almacenaje de vinos y vinagres procesados, desde los 800 mil litros actuales a 5,5 millones de litros. El vinagre, su principal producto, al igual que sus marcas de jugos de limón y salsas, se venden en países como Israel (con productos kosher), Ecuador, Colombia, Guatemala, México, Panamá y Estados Unidos.

"Con esta inversión queremos participar en forma activa en los países vecinos", explica el gerente general y socio de la firma, Renato Traverso. El año pasado, los envíos representaron cerca de 5% de los US$ 30 millones que vendieron. La meta, dice, es que los mercados internacionales expliquen 50% de los ingresos en un plazo de tres años.

Para eso están en contacto con cadenas supermercadistas y con productores de alimentos que compran el vinagre a granel como materia prima para elaborar sus productos. "Nuestra idea es abastecerlos con nuestros productos y también maquilar sus propias marcas", señala.

Además, la firma quiere intensificar su presencia en el retail y en el mercado industrial, al que entró hace dos o tres años. Hoy provee a empresas que venden alimentos en Chile y a productores de conservas que destinan su producción a España. "Ahora llegamos de forma indirecta a Europa, pero estamos expectantes frente a lo que pase allá, porque queremos potenciar el negocio a granel", apunta el ejecutivo, quien explica que quieren aprovechar el buen posicionamiento del vino chileno para introducir el vinagre.

Este plan, señala, les permitirá mantener el ritmo de crecimiento de 20% anual que han tenido en los últimos cuatro años con sus líneas tradicionales y otras, como las sopas instantáneas. Este desempeño ha atraído interesados en la compañía, pero la familia no ha aceptado ofertas. "No tenemos interés en vender", cuenta.

La nueva unidad productiva se sumará a las plantas de La Cisterna, Quilicura y San Bernardo. Además de la planta, en el mismo terreno construirán un centro de distribución.

Traverso proyecta que sus ventas seguirán creciendo este año, alrededor de 10% o 15% en relación con el año pasado. "En las categorías tradicionales, como jugo de limón y vinagre, los productos están muy maduros, pero hay otras en expansión, como salsas, jugos concentrados, encurtidos y sopas instantáneas", dice.

Además de los alimentos, los Traverso tienen otros intereses. En 2008, Renato, junto a su hermano Fabio, se adjudicaron en un remate una mina de sal en el Salar de Atacama, a dos kilómetros de Sal Lobos, con reservas para 150 años.

La explotación del yacimiento, llamado Valle Blanco, partió en 2009. Ahí producen a nivel industrial para grandes clientes que usan sal como materia prima, como salmoneras, textiles y firmas de alimentos, y para municipalidades del sur, que la aplican en caminos. "Estamos conociendo el mercado y hemos apuntado al segmento industrial, que representa el 80% de la demanda", indica, agregando que hoy ocupan el segundo lugar de la industria, muy por detrás de Sal Lobos.

Según Traverso, el proyecto ha tenido un ritmo más lento que el previsto originalmente, pero confían en su potencial. "La competencia tiene una posición muy dominante y es muy agresiva", advierte. Agrega que han invertido de acuerdo al desarrollo del mercado y que si bien no han ido todo lo rápido que quisieran, muchos clientes los ven como una opción. Por ahora no tienen definido si venderán sal para consumo humano, pero lo están evaluando.

Otro rubro al que apunta la familia es el inmobiliario. El plan es desarrollar construcciones industriales (bodegas) y placas comerciales en algunos terrenos que poseen en la Región Metropolitana y en otros sitios que están buscando para comprar. La definición de estas iniciativas está supeditada al escenario económico. En especial, porque la demanda decae cuando hay incertidumbre y porque el acceso a financiamiento también se restringe en épocas de crisis, comenta Traverso.

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