La fórmula de los nuevos dueños de Andrómaco
<P>Para el laboratorio alemán Grünenthal, la apuesta es que América Latina tenga un peso similar a Europa en sus ventas. Chile será la punta de lanza.</P>
CHILE es hoy casi un tercio de las ventas del laboratorio alemán Grünenthal -los nuevos dueños de Andrómaco- en América Latina, pero tiene un alto potencial de crecimiento. De hecho, en la planta ubicada en Quilín, en la comuna de Peñalolén, se produce gran parte de los medicamentos que abastecen la operación de la firma en la región.
Ello explica, en buena medida, que el portugués Joao Simoes, gerente de integración de la compañía alemana, se haya trasladado en enero a Santiago. Desde su oficina con vista a la precordillera dirige la unificación de Andrómaco y Grünenthal en América Latina. A fines del año pasado, la firma germana compró la farmacéutica controlada por Sergio Weinstein y Moneda Asset Management en, aproximadamente, US$ 360 millones.
Y las perspectivas son buenas. Hoy, el laboratorio Grünenthal vende cerca de US$ 1,4 mil millones al año, en todo el mundo. Un 65% de la facturación se lo lleva Europa. "La apuesta es que América Latina tenga un peso similar, en tres o cuatro años", proyecta el ejecutivo.
Y esa apuesta tiene a Chile como punta de lanza. Simoes calcula que hacia fines de este año, las ventas en el país alcanzarán a US$ 140 millones. "En cuatro años queremos ser líderes del mercado, lo que implica crecer entre 10% y 12% en ventas, al año".
Con un 6,3% del mercado, hoy son el tercer actor después de Laboratorio Recalcine y Laboratorio Chile, detalla el ejecutivo.
Y van por más.
Inversión de US$ 15 millones
La contienda no será fácil. Pero en Grünenthal definieron cuatro áreas estratégicas con las que esperan alcanzar el primer lugar, en 2018. Una de esas áreas es la llamada 'terapéutica', es decir, "salud femenina, básicamente anticonceptivos y tratamientos hormonales", cuenta el gerente. Actualmente, este nicho representa un 25% de las ventas del negocio de Grünenthal y lo desarrolla Silesia, un laboratorio de empresas Andrómaco, dedicado a la salud de la mujer.
Un segundo eje es el que Simoes define como "sistema nervioso central", "tratamientos de ansiedad, sicológicos y siquiátricos", detalla, área que se lleva un 15% de la facturación del laboratorio.
La estrategia contempla también el área corporativa -productos opioides para el tratamiento del dolor y antiinfecciosos-, en la que Grünenthal se enfoca en Alemania. Este nicho captura entre 15% y 20% de las ventas de la firma y según explica el ejecutivo, es clave: "La compañía invierte cerca de US$ 350 millones al año en investigación y desarrollo en el área del dolor", dice Simoes.
La fórmula para crecer contempla, además, apostar con fuerza por el desarrollo de la bioequivalencia, en que Andrómaco tenía camino recorrido. Hoy, un equipo de 25 personas trabaja en esta área. "Tenemos 59 medicamentos bioequivalentes y queremos sumar 34 de acá a fin de año", adelanta el gerente. En 2015, el plan es añadir otros 26 a la lista.
En Grünenthal ven espacio para crecer de la mano de la nueva Ley Nacional de Medicamentos, que comenzó a regir este año y que establece un mínimo de productos bioequivalentes que deben estar disponibles en todas las farmacias. Simoes dice que la pelea la darán con mayor oferta donde exista necesidad.
Para ello han sostenido reuniones con el Instituto de Salud Pública (ISP), con el fin de saber qué tipos de medicamentos tienen más demanda. "El foco está en el área de VIH y dolor", señala el ejecutivo.
Para este año, la firma planea desembolsar US$ 15 millones de inversión, monto que incluye US$ 3,5 millones que irán destinados a mejorar los procesos de la planta que adquirieron con la compra de Andrómaco. En 2015, en tanto, la idea es invertir otros US$ 10 millones.
En los próximo años, el lanzamiento de nuevos medicamentos aportará el 5% de las ventas adicionales que proyecta el grupo. El foco de esos nuevos lanzamientos será salud femenina, neurosiquiatría y dolor.
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