La Garra Blanca cumplió sus amenazas a medias

<P>Carabineros detuvo a más de 350 hinchas de Colo Colo en el sector oriente de la capital.</P>




Apoyado en una valla, justo en el acceso al estadio dispuesto en República de Honduras con Avenida Plaza, un solitario hincha, camuflando su camiseta de Colo Colo con una polera y una chaqueta, se quejaba: "Tengo rabia. Lo único que quiero es que gane Colo Colo para terminar este show. Es increíble lo que ha pasado hoy. No puedo andar vistiendo mi camiseta porque ya vi cómo se llevaron a todos presos y sólo quiero ver el partido".

Faltaba una hora para que se iniciara el clásico, pero el operativo de Carabineros ya llevaba más de cinco funcionando. Previo al cotejo, más de 350 personas fueron detenidas en el sector oriente de la capital, la mayoría de ellas por sospecha. La sospecha que levantaba vestir la camiseta del "Cacique".

A las 10 de la mañana, hora en la cual la Garra Blanca había citado a sus partidarios a la esquina de Tobalaba con Providencia, dos "arietes" de Carabineros esperaban a los barristas. Eran 60 efectivos, dos carros lanzagua, dos carros lanzagases y varias micros y furgones.

La barra de Colo Colo había amenazado con reunirse ahí para caminar hasta el estadio de la UC, en protesta por la medida de Cruzados SADP de no venderles entradas.

Pero las amenazas no se cumplieron, o se cumplieron a medias. A la hora pactada, menos de un centenar de seguidores se juntó a las afueras de la estación de Metro Tobalaba y fueron disuadidos por el dispositivo que Fuerzas Especiales había preparado ante la amenaza del líder "garrero" "Pancho Malo", quien no apareció. ¿Dónde estaba?

"Lo único que tenemos claro es que él y el núcleo de la barra obtuvieron 450 entradas para el partido. Es por eso este operativo. No van a llegar al estadio", afirmaba un uniformado de alto rango, en medio del operativo.

Al mismo tiempo, a la entrada del Pueblito de Los Dominicos, otros 80 hinchas albos esperaban la llegada del citado "Pancho Malo", para recibir los boletos y subir a San Carlos. Las unidades policiales se trasladaron entonces al lugar y en cosa de minutos detuvieron a todos los aficionados, incluyendo a su líder, quien permanecería así desde el mediodía hasta las 19.15. El barrista anunció otra querella por discriminación.

En el transcurso de la mañana llegaron grupos de hinchas colocolinos a pulular por San Carlos, pero no tenían entradas. Unos 300 hinchas del "Cacique" que sí las poseían pudieron entrar al coliseo sin problemas.

De hecho, los únicos incidentes que se registraron al interior del estadio fueron protagonizados por hinchas de la UC. En una descoordinación, el bus albo entró por el mismo acceso que la barra local, recibiendo piedrazos. Jaime Pizarro, gerente deportivo de los albos, intervino, pidiendo entrar por otro lado.

Tras el partido, el prefecto de FF.EE., coronel Jorge Fernández, especificó que "hubo 147 detenidos de un total de 350 'retenidos' (desórdenes simples, porte de drogas y maltrato de obra a Carabineros)", añadiendo que "este estadio, para un servicio policial, es bastante bueno. Siempre se necesitan muchos más efectivos que en este". La cifra de aprehendidos no fue baja, considerando que en el clásico Colo Colo-"U" del 30 de abril hubo 320 detenidos, y en el UC-"U" del 15 de mayo, 145.

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