La historia compartida entre Verónica Selman y la Ley Emilia

<P>Esta semana, la sicóloga recibió con amargura la condena de tres años de firma mensual que recibió el conductor que, en 2011, chocó y dio muerte a su marido y a su hija. La Ley Emilia busca revertir esta situación: subir la penalidad a cinco años con cárcel efectiva. Mañana, la propuesta recibe las últimas indicaciones. </P>




El martes, Verónica Selman no se levantó. Tampoco fue a trabajar. Sólo decidió bañarse y arreglarse antes de que llegaran sus hijos del colegio, en la tarde. "Ha sido una semana muy mala", comentó el miércoles, sentada en un café.

La mala semana que menciona comenzó cuando escuchó, este lunes, la sentencia en contra de Patrick Fox, dictada por el Tribunal Oral en lo Penal de Colina: pena remitida por la colisión que terminó con la vida de parte de su familia.

El 12 de marzo de 2011, cuando iba camino a su casa junto a su marido, Horacio Alvarez, y sus tres hijos, el auto familiar se encontró de frente con el de Fox, en una de las curvas del camino Juan Pablo II, que une Chicureo con La Dehesa. Producto del fuerte impacto, murió Horacio Alvarez y la hija menor del matrimonio, Florencia. Verónica Selman y sus dos hijos quedaron con múltiples lesiones, que los tuvieron por más de 20 días en la UTI.

Según el resultado de la alcoholemia, Fox arrojó 0,89 gramos de alcohol por litro de sangre. Horacio Alvarez, ya fallecido, marcó 0,0. En la sentencia se menciona que la defensa del condenado planteó que "Fox debería ser absuelto del delito de manejo en estado de ebriedad con resultado de muerte y lesiones graves, porque no existen antecedentes que permitan establecer que la causa basal del accidente haya sido generada por el imputado, pues el único dato con que se contó fue su manejo bajo la influencia del alcohol".

El tribunal de Colina no le dio la razón: declaró culpable a Fox, el viernes 5 de julio y, el lunes, dictó su sentencia: tres años de presidio menor en su grado medio, que debido a la remisión condicional de la pena, se tradujeron en que fue dejado en libertad, con la obligación de firmar mensualmente, por tres años.

"Me siento vulnerada nuevamente, atropellada por segunda vez. Jugaron con nosotros, se burlaron. Perfecto, es culpable, pero la ley... ¡no pasa nada!", dice Selman, quien cuenta que no ha mencionado la resolución a sus hijos. "Ellos participaron del proceso, declararon. Los niños sabían que fue declarado culpable. No sé que decirles ahora. Si yo no lo entiendo y no me cabe en la cabeza, '¿qué palabras ocupo con mis hijos?'", dice.

Para Selman, a dos años y medio del accidente que terminó con sus 14 años de matrimonio y con el proceso judicial cerrado, el problema es la actual legislación, en que las penas por conducción en estado de ebriedad con causa de muerte van desde los tres años y un día, con acceso a beneficios por conducta irreprochable, hasta los cinco años.

"Se rebajaron los rangos de alcohol en la sangre, pero eso no va acompañado de una sanción dura. Difícilmente puedes reparar, si no hay un acto reparatorio: '¿Por qué es distinto el que agarra una pistola y mata, si este tipo también mató a dos personas?'", cuestiona Selman.

Este es uno de los principales cambios legislativos que propone la Ley Emilia, impulsada por Benjamín Silva y Carolina Figueroa, quienes en enero de este año sufrieron la muerte de su hija Emilia, de nueve meses, luego de que un conductor en estado de ebriedad impactara el auto en el que viajaban.

La idea original de la ley, que proponía aumentar las penas considerando como piso los cinco años y un día hasta los 15, fue modificada en la Comisión de Legislación y Justicia del Senado, que la dejó finalmente en desde tres años y un día, a 10.

"La justificación para hacer eso es legislar en la medida de lo posible. Uno se pregunta: '¿por qué legislar en la medida de lo posible y no en lo que se necesita realmente?'", dice Carolina Figueroa al respecto, señalando que "si mantenemos el piso en los tres años y un día se van a seguir repitiendo casos como el de Verónica Selman".

Uno de los principales argumentos de este cambio fue la existencia o no de dolo. "El criterio de la proporcionalidad en el Código Penal se rompe en cualquier caso. Por robar una vaca te dan tres años de pena efectiva, pero por matar a alguien te dan firma mensual por tres años", dice Figueroa, quien agrega que "la desproporción no es un argumento válido para decir que no se puede legislar ni subir las penas en este sentido".

Mañana es el último plazo que tienen los senadores para presentar indicaciones y discutir el proyecto en particular. Ambas familias, que comparten el cambio legislativo, mantienen comunicación "para apoyarnos, aunque el mayor nexo es a través de las redes sociales", dice Selman.

Respecto de lo que viene ahora, Selman ha estado analizando la posibilidad de iniciar una fundación. "Nunca he pensado hacerla en conjunto, pero sí lo he pensado para aprovechar un poco mi profesión (psicóloga). La haría en nombre de mi esposo y mi hija, para reparación de víctimas, gratuita, con orientaciones legales por accidentes de este tipo, considerando a papás que también han perdido hijos", cuenta.

Acerca de su proyecto, Selman dice que "seguramente es lo que tengo que hacer".

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