La historia de la niña palestina a la que Merkel hizo llorar
<P>Reem Sahwil es una refugiada de 14 años que desde hace cuatro años busca asilo en Alemania.</P>
Durante un encuentro de la canciller alemana, Angela Merkel, con varios jóvenes en la ciudad de Rostock, una palestina de 14 años llamó en especial la atención, cuando le expresó -en perfecto alemán- a la jefa de gobierno su sueño de poder continuar sus estudios en ese país.
La joven, llamada Reem Sahwil, explicó que su situación era difícil: ella y su familia llevaban cuatro años esperando una respuesta de las autoridades germanas para recibir asilo, y en caso contrario podían ser deportados. La respuesta de Merkel fue catalogada como dura y directa. "Tú eres una chica muy simpática. Pero sabes que en Líbano hay miles y miles de refugiados palestinos. Y que si les dijéramos a todos que pueden venir... y también a los africanos... No podemos hacerlo. Algunos van a tener que volver a su país", dijo Merkel. Con esa respuesta la niña rompió a llorar y su imagen dio vuelta al mundo. Mientras la Unión Europea fracasa en la repartición de 40.000 potenciales refugiados, el llanto de Reem ha sido catalogada como un símbolo de la situación que viven miles de inmigrantes que llegaron desde Medio Oriente y Africa buscando nuevas oportunidades.
Reem nació prematura en un campo de refugiados en Baalberk, Líbano en 2000. Una parálisis cerebral en su lado izquierdo y un talón de Aquiles más corto le dificultaron la tarea de caminar. Su condición requería diferentes tratamientos y su padre, Atef Sahwil, intentó pagar las cuentas médicas con lo que ganaba trabajando como soldador.
Pero en 2006 Israel lanzó una ofensiva militar contra Hizbulá en Líbano, por lo que la familia Sahwil viajó a Siria por unos meses, donde vivió en un campo de refugiados. Cuando la familia volvió a Líbano, Reem sufrió un accidente automovilístico donde se quebró su pierna derecha.
Luego de años de no recibir un cuidado apropiado, los Sahwil postularon a una visa para tratamiento médico en Alemania en 2010 y volaron a Dusseldorf para una operación en la espalda. La familia pagó el viaje con dinero que le prestó el empleador de su padre, así como con donaciones de la Cruz Roja, parientes y vecinos. "Nos acercamos a extraños, tocamos puertas y pedimos por ayuda", contó Reem a The New York Times.
Alemania es el país que recibe más solicitudes de asilo en la Unión Europea. Pueden pasar años antes de que sean procesadas y muchas de ellas, como le explicó la misma Merkel a la niña, son denegadas.
En vista de esto, su familia se animó a solicitar asilo en Suecia, pero le fue denegada porque las regulaciones de la Unión Europea estipulan que el primer país al que entra el refugiado debe decidir si lo acoge o no. La familia volvió a Alemania y fue entonces que solicitó asilo ahí. Como le explicó Reem a la canciller, esta fue rechazada, pero la familia ha continuado apelando.
Junto a sus dos hermanos menores y sus padres, la joven vive en un bloque de viviendas en Rostock, facilitado por el gobierno. Sus padres tienen prohibido trabajar mientras su petición de asilo esté bajo revisión por lo que la familia vive con un subsidio del gobierno. La buena noticia para Reem, es que después de que su historia diera vuelta al mundo, el gobierno alemán anunció que revisará su caso.
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