La historia de la única casa que sobrevivió al tsunami en Kitagama
<P>De 400 personas que vivían en ese barrio del aeropuerto de Sendai, Japón, al momento del maremoto, hace un año, 54 fallecieron.</P>
La imagen del tsunami penetrando el borde costero de la localidad de Natori fue una de las más simbólicas del 11 de marzo de 2011. Antes de ese día, en ese barrio de la ciudad -llamado Kitagama- vivían 400 personas en 108 casas. Hoy, a un año del más destructivo maremoto de la historia de Japón, Kitagama es una llanura deshabitada con apenas una semidestruida casa en pie, que las autoridades japonesas han querido dejar como un monumento para rememorar la tragedia. Precisamente, en Kitagama está uno de los lugares más fotografiados durante el día del tsunami: el inundado aeropuerto de Sendai.
El dueño de la casa, Eiji Suzuki, señala a La Tercera que estaba en un hospital cuando ocurrió el tsunami y que sólo cinco días después pudo volver a ver cómo había quedado su hogar, que se encuentra a 300 metros del mar. Suzuki, quien es concesionario del estacionamiento del aeropuerto, señala que 54 de sus vecinos murieron en el maremoto y que, además, hay un desaparecido. Así, el 13,5% de los habitantes del barrio de Kitagama perdieron sus vidas el 11 de marzo. En toda la ciudad de Natori, 967 personas murieron o desaparecieron producto de la catástrofe.
Ello, pese a que después del terremoto de nueve grados que golpeó al noreste de Japón, a las 14.46 horas de ese día los bomberos avisaron a los habitantes del lugar que podría llegar un tsunami y ayudaron a la evacuación de las casas. La mayoría de las personas comenzó a correr para resguardarse en los pisos altos de las instalaciones del aeropuerto. Sin embargo, el tsunami llegó apenas una hora después del terremoto y muchos no alcanzaron a escapar.
"Yo estaba con mi mamá de más de 80 años. Normalmente, me demoraba 10 minutos en caminar desde mi casa a la terminal aérea. Ese día me demoré mucho más, ya que mi mamá no podía avanzar rápido", recuerda Kazuko Mori, quien perdió completamente su hogar.
Las autoridades implementaron entonces medidas de asistencia para quienes permanecieron por horas en el aeropuerto, que está a sólo 800 metros del océano y que quedó completamente inundado en sus pisos bajos producto del maremoto. En medio de la desolación y de algunos cerros de escombros que se pueden ver a pocos metros, la terminal de Sendai está operando normalmente desde abril pasado. La rápida reconstrucción de ese lugar se debió gracias al trabajo de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, en cooperación con las Fuerzas de Autodefensa niponas.
Ahora, los ex habitantes del barrio de Kitagama viven en casas de parientes o en refugios habilitados en la provincia de Miyagi. Tras el tsunami, más de 7.000 habitantes de Natori fueron evacuados y trasladados a 37 centros de evacuación.
Ahora, muchos de los habitantes de la ciudad están participando en un megaproyecto para plantar, de aquí a 10 años, más de 500 mil pinos negros en la región afectada por el tsunami. El objetivo: proteger a los habitantes y las construcciones de los efectos de futuros tsunamis.
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