La historia de Valerie Trierweiler, la polémica pareja de Hollande

Su imagen en Francia es de una mujer encantadora, de estilo discreto y bajo perfil, pero de carácter. Valérie Trierweiler detesta que la llamen primera dama; prefiere que se refieran a ella como la "compañera" o "pareja" del Presidente francés, Francois Hollande, o simplemente como una periodista de larga trayectoria. Durante la contienda electoral, esta mujer de 47 años ejerció gran influencia sobre el mandatario y, además, la prensa parisina le atribuye el cambio de look que tuvo el líder socialista para saltar al Palacio del Elíseo. Pero detrás de su elegancia, sus largos abrigos y finos pañuelos, Trierweiler esconde una historia casi secreta y obsesiva: su larga rivalidad con Ségolène Royal, la ex candidata presidencial y ex esposa de Hollande.

El 6 de mayo, día en que se llevó a cabo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, fue un día perfecto para Hollande: no sólo consiguió la presidencia, que ambicionaba hace años y cuya candidatura había cedido a Royal en 2007, sino porque los socialistas recuperaban el poder que dejó Francois Mitterrand en 1995. Ese día, todo era alegría y festejos, excepto por un pequeño, pero significativo detalle. Tras la entrega de los resultados electorales, los seguidores de Hollande se reunieron en la Plaza de la Bastilla en París. En su momento, el nuevo presidente se subió al escenario y cuando vio a su ex esposa, con quien tiene cuatro hijos y compartió 30 años de su vida, se acercó para saludarla. Entonces le dio dos besos -uno en cada mejilla- y ambos sonrieron amigablemente. Pero acto seguido, Trierweiler se acercó a su pareja, lo tomó del brazo y le pidió un beso en la boca, para dejar bien claras las cosas. A no pocos les sorprendió el hecho. "En aquel momento, ella hizo que surgiera lo privado en la esfera pública y todos los franceses pudieron descubrir a esta mujer y su dureza. Hay una gran violencia simbólica en este gesto", opinó el periodista Serge Raffy, autor del libro El Presidente Francois Hollande: itinerario secreto, citado por la cadena BBC. Un mes más tarde, en el marco de las elecciones legislativas, la mujer de Hollande volvió a dar muestras de que aún tiene temas y cuentas pendientes, aunque esta vez provocó un verdadero huracán político.

En plena contienda por las legislativas, Trierweiler lanzó un incendiario twitt en apoyo de OIiver Falorni, un ex socialista que se presentó contra Ségolène Royal y que terminó arrebatándole el escaño a la ex mujer de Hollande. "Podría decir con pudor que ese tipo de intrusiones no facilitan las cosas", dijo Royal, quien atribuyó su derrota al mensaje en Twitter de Trierweiler. El episodio fue calificado como una "crisis conyugal" por la prensa europea. "Son celos y también rivalidad. Es complicado ser una mujer al lado de Hollande sin hacer política", afirmó la periodista de Le Monde Raphaelle Bacque, citada por la BBC.

El apoyo de Trierweiler a Falorni tendría, además, otra explicación, según el corresponsal del diario español ABC en París, Juan Pedro Quiñonero. "Durante años, Falorni prestó un departamento a la pareja Hollande-Trierweiler, lejos de los domicilios conyugales, en La Rochelle, donde ambos ocultaron durante años su historia de amor adúltero", señaló este periodista. De hecho, no se sabe a ciencia cierta el año en que ambos iniciaron una relación. Valérie Trierweiler, separada en dos ocasiones y madre de tres hijos, de 15, 17 y 19 años, conoció a Hollande cuando tenía 23 años y acababa de estudiar Historia y Ciencias Políticas en La Sorbona

En ese entonces Hollande tenía 34 años y trabajaba como consejero de Mitterrand. Como periodista especializada en el Partido Socialista coincidió con el actual presidente años después y comenzaron el romance. En 2006, un año antes de su campaña presidencial, Royal se enteró de que su esposo frecuentaba a Trierweiler, aunque la relación no se hizo pública hasta 2010, cuando Hollande anunció a la revista Gala que había encontrado a "la mujer" de su vida. Otra muestra del carácter y lo decidida que es la pareja de Hollande tiene que ver con su deseo de mantener su trabajo de periodista en la revista París Match. Sus críticos sostienen que no podrá ser "independiente" por su cargo, pero ella ha insistido en que no corresponde que el Estado mantenga a sus hijos. "No estoy buscando notoriedad, no estoy buscando estar en el primer plano", ha dicho recientemente, resumiendo así su filosofía de vida.