La historia del director más sorpresivo y joven de La Polar

<P>Aldo Motta es gerente general de Pampa Calichera. Tiene 37 años y con su familia posee cerca del 1% de las acciones de la multitienda.</P>




El director más joven de la empresa más expuesta del momento decidió esta semana incorporarse al grupo de tres directores que analizará la reestructuración financiera de La Polar con bancos, AFP y tenedores de bonos, y se coordinará con LarrainVial para el aumento de capital. En la primera sesión del nuevo directorio, electo hace justo una semana, César Barros le preguntó a Motta en cuál de los cinco comités creados quería estar. Y Motta eligió el comité financiero. Por su experiencia.

Motta fue el director sorpresa que entró a La Polar el viernes 8 de julio. Su aparición evitó que los otros accionistas formaran una lista de consenso para los siete cargos y debió elegirse la mesa completa. Motta recibió votos suficientes para entrar a la compañía y convertirse, de paso, en el más joven del grupo. Aldo Motta tiene 37 años y es ingeniero comercial de la Universidad Diego Portales, además de tener un MBA con especialización en Finanzas en Emory University, Estados Unidos. Es desde hace dos años el gerente general de Pampa Calichera, la empresa que le permite a Julio Ponce Lerou controlar SQM, con el 32% de las acciones. Motta entró en 2006 a Calichera como gerente de finanzas, invitado por el fallecido Jorge Araya. Antes fue gerente comercial de Atentus S.A. y gerente regional de Ad2Win S.A.

Desde Calichera, Motta se ha especializado en finanzas corporativas. Su trabajo ha consistido en negociar en forma permanente con bancos y tenedores de bonos, entre otros, la contratación de nueva deuda y la reestructuración de pasivos. Por ello su elección en el nuevo comité de La Polar, donde compartirá roles con Alberto Marraccini y Fernando Tisné, de Moneda. El resto de la mesa lo conforman Barros, Fernando Massú como vicepresidente, Georges de Bourguignon y Jorge Id.

El 1% de La Polar

Desde que su nombre trascendió como candidato a La Polar, los agentes financieros sospecharon que Motta representaba en realidad a Ponce Lerou, quien a sus cercanos ha negado tener acciones de La Polar. "Son puras especulaciones", dijo Motta la semana pasada.

Aldo Motta ha comentado en privado que él y su familia tienen el 1% de La Polar, donde poseían un paquete accionario antes de la crisis desatada en la compañía el 9 de junio, que aumentaron en los días siguientes, cuando cayó el precio de la acción.

Su patrimonio familiar tiene un origen paterno. Su padre era dueño de una industria textil, la que vendió a fines de los años 70 para dedicarse a la agricultura. Su familia ha tenido participaciones en diversas empresas del sector, entre ellas, Copeval. Las inversiones familiares se mantienen hoy en una cartera diversificada de renta fija y variable en Chile y el extranjero, dicen en el entorno del ejecutivo.

Tras enterarse del escándalo en la multitienda, la que siguió en los últimos años, Motta contactó a otros inversionistas de La Polar para reunir apoyos, entre ellos, accionistas que le endosaron sus votos a Motta a través de corredoras como Banchile. "No hay mejor director que aquellos que son accionistas. Es fundamental que el directorio esté formado por gente preparada y creo que mi aporte fundamental va a ser la experiencia que yo tengo en la banca, en los gobiernos corporativos", dijo quien seguirá siendo gerente general de Calichera.

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