La historia del disco de duetos que enfrenta a Lucho Gatica con su sobrino Humberto

<P> El cantante acusa que el productor ha abandonado el álbum que pretendían lanzar en 2010.</P>




Ni los boleros con que se convirtió en la primera estrella internacional de la canción chilena, ni los compadrazgos artísticos que tejió con colosos como Frank Sinatra. A Luis Enrique Gatica Silva (82) lo enorgullece un pequeño gesto que cambió para siempre el estatus de su clan y que reforzó el prestigio foráneo de su apellido: el día de 1971 que llevó a su sobrino Humberto a la Metro Goldwin Mayer, en Los Angeles.

"Lo llevé para que conociera un estudio de grabación y quedó maravillado. Le presenté al jefe de operaciones y fue la primera semilla para que se convirtiera en lo que es. Porque lo grande que es ahora se lo debe a su tío", recuerda el bolerista en torno al despegue de su pariente, convertido en el productor chileno de mayor prestigio planetario, gracias a sus trabajos con Michael Jackson, Celine Dion y Michael Bublé, entre otros.

Una alianza impulsada por la genética y fortalecida por la música, pero que hoy parece peligrar. Porque el cantante que reside en México reclama que su sobrino decidió dejar a medio camino su última gran travesía en conjunto: el anunciado disco de duetos que serviría de corolario para una carrera que suma seis décadas y que lo tendría junto a 12 superestrellas. Una lista para perder el aire: Juanes, Ricky Martin, Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Julio Iglesias, Nelly Furtado, María Bethania, Gloria Estefan, Andrea Bocelli, Alejandro Lerner, Vicente Fernández y Laura Pausini.

"Fue un proyecto pensado hace más de dos años, pero no ha seguido. Está en punto muerto y ya tendría que haber estado listo. El (Humberto) me ha dejado de lado y se ha portado muy mal conmigo. Lo he llamado muchas veces para retomar el tema y no he recibido respuesta. No es un trato que merezco, menos de parte de él. Ha sido muy inconsciente y poco agradecido", asegura, deslizando que la iniciativa hoy cuenta con pocas opciones de salir.

La historia

Un proyecto concebido en 2007 como una forma de coronar una etapa estelar para el intérprete, marcada por su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y por el reconocimiento a su trayectoria entregado por los Grammy Latinos. Un año después, el rancagüino viajó hasta los estudios de Humberto Gatica (60), en Los Angeles, para grabar su voz en las 12 canciones del registro, integrado por clásicos como Historia de un amor, Solamente una vez y Somos novios. El staff también contactó a una serie de productores estadounidenses y españoles que cerraron contratos para participar del álbum y a los que, según cuenta Lucho Gatica, se les estableció una serie de adelantos económicos para asegurar su fichaje. Además, se añadió a un inversionista.

Por otro lado, Humberto se comprometió a contactar a todos los invitados y a enviarles las partes registradas por su tío para que sumaran sus voces. Ambos involucrados adelantaron durante meses, en distintos medios, el avance del plan y las buenas perspectivas que presumía su resultado final, el que fijaban para algún punto de 2010. "Pero los únicos que hasta el momento grabaron fueron Michael Bublé y Julio Iglesias", aclara el bolerista.

Efectivamente, el canadiense aprovechó su amistad con el productor chileno -quien ha trabajado en todos sus discos- para grabar en 2009 su versión para Perhaps, perhaps, perhaps, popularizada en español como Quizás, quizás, quizás. Para concretarlo, Bublé cantó en el estudio mientras la voz de Lucho Gatica sonaba de fondo. Por su parte, Iglesias grabó en su residencia su aporte para La barca.

Atrás sin golpes

Pese a los enojos familiares, el espíritu de Humberto Gatica es distinto: "Yo admiro a mi tío, le tengo respeto y cariño. Me metí en este proyecto porque sé que es una leyenda", comenta desde California. Eso sí, el hombre que participó en títulos como Thriller reconoce que la producción ha tropezado "con un sinnúmero de dificultades" y que se ha entrampado en obstáculos propios de una idea que intenta compatibilizar nombres diversos. Para él, los principales han sido la falta de una discográfica interesada en el trabajo y los trámites relacionados con permisos de los convocados. Hasta el momento, Warner y Universal han mostrado interés, aunque nada concreto.

"Estos son álbumes costosos y que demoran al menos unos cuatro años, no seis meses. Es cierto que debería haber estado listo, pero ha habido líos para encontrar una distribuidora y para poner de acuerdo a los invitados con sus sellos y mánagers. Entonces no es mi culpa si hay atrasos. Esto es arte, pero también un negocio", justifica el ingeniero en sonido.

También asume que su abultada agenda laboral le ha impedido concentrarse en la alianza con su tío: en los últimos años ha alternado su vida entre Europa y EE.UU. para producir al grupo Il Volo, un trío italiano de tenores adolescentes, y este mes empezará a trabajar en lo nuevo de Celine Dion. Gatica sigue: "No me puedo pasar un año y medio haciendo el disco de mi tío y desproteger mi carrera. También estoy muy ocupado". ¿Y qué responde a los comentarios del cantante? El productor modera: "Entiendo absolutamente su inquietud, pero no es algo que quiero profundizar. Para mí, el proyecto sigue vigente y va a salir".

Su tío tiene una opinión distinta y dice que, si el proceso no sigue, lo comenzará a trabajar con otro productor. Entre los candidatos está KC Porter, otro cerebro musical de olfato millonario y que también ha asesorado el título de dúos. "Vamos a ver qué pasa", remata Gatica.

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