La historia del francotirador más letal de la guerra de Irak

<P>Miembro de los Navy Seals, Chris Kyle mató a 150 personas en sus diez años en las FF.AA., superando el "récord" anterior de 109.</P>




"El diablo de Ramadi", "el francotirador más eficiente en las fuerzas de elite" y "la leyenda" son algunos de los apelativos que Chris Kyle (37) recibió en sus 10 años como parte del pelotón Charly de los Navy Seals, la principal fuerza de operaciones especiales de la Armada de Estados Unidos.

Entre 1999 y 2009, años en los que Kyle permaneció activo, mató a 150 personas, según conteos oficiales del Pentágono, superando los 109 de Adelbert Waldron durante la Guerra de Vietnam. Aunque Kyle afirma que el número es mayor ya que sólo en la batalla de Falluja, a finales de 2004, dio muerte a 40 rebeldes iraquíes. En su autobiografía que será lanzada en marzo próximo y llamada American Sniper, Kyle hace un recuento de sus años como militar en la guerra de Irak y relata cómo se convirtió en el francotirador más letal en la historia de la armada norteamericana.

Chris Kyle nació en Texas, donde a los 8 años tomó su primer arma, un rifle Daisy BB, con el que su padre le enseñó a disparar. Después de entrar al ejército, se inició como francotirador, soldados de infantería conocidos por ser tiradores de élite capaces de disparar desde grandes distancias a objetos seleccionados. Una profesión que durante los últimos años ha tomado un estatus especial por la precisión que se emplea y que ha sido importante en conflictos como los de Afganistán e Irak.

"Era mi deber disparar al enemigo, y no me arrepiento", dijo Chris Kyle a la revista norteamericana Texas Monthly. El ex suboficial jefe reconoció que los momentos más duros de su vida los vivió durante su actuación en Irak.

Gracias a actos de precisión como un tiro de 1,9 kilómetro en la ciudad de Sadr en Irak, donde murió un insurgente, Kyle se unió a nombres como el de Simo Häyhä (llamado "la muerte blanca"), francotirador finlandés al cual se le atribuye la muerte de 505 soldados soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial.

Según la cadena BBC, Kyle no titubeaba en disparar contra sus enemigos, con una excepción, al inicio de la denominada "Operación Libertad Duradera", cuya primera etapa comenzó el 20 de marzo de 2003, cuando Estados Unidos decidió invadir Irak. Según la cadena británica, en un poblado de la región de Naseriya, la compañía de Kyle vigilaba, desde lo alto de un edificio, a los oficiales Seals que aguardaban la llegada de los infantes de marina. Todos los ciudadanos se habían resguardado en sus casas, excepto una mujer y algunos niños que rondaban por la calle. Apenas los infantes de marina llegaron a su destino, la mujer les arrojó un bulto que contenía una granada china. "Dispara", fue la orden que recibió Kyle, pero dudó al apretar el gatillo. El superior de Kyle debió repetir la orden para que disparara. El francotirador dice que esa fue "la primera y única vez" que mató a una persona que no fuera hombre o combatiente. "Al-Shaitan Ramadi" (el diablo de Ramadi), fue como los insurgentes iraquíes apodaron a Kyle. Tras la batalla de Falluja le pusieron precio a la cabeza del francotirador: 80.000 dólares. "Fue un honor" señaló a la revista Texas Monthly.

En 2009, dejó las Fuerzas Armadas para estar con sus hijos. Por su labor, el gobierno lo premió con tres estrellas de plata y cinco de bronce. Actualmente, dirige una compañía que ofrece seguridad y protección a privados.

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