La historia que los diestros escribieron de los zurdos

<P>Desde un peligro para la sociedad a niños problema. Por décadas, sufrieron las desventajas de vivir en un mundo hecho para diestros. Pero recientes investigaciones están reivindicando sus habilidades.</P>




" John me miraba como pensando: 'él tiene algo'". La frase es del músico Paul McCartney recordando la primera vez que John Lennon lo vio tocar. Porque el asombro del líder de los Beatles iba más allá de lo bien que sonaba: McCartney había dado vuelta el bajo y tocaba los acordes al revés.

Siendo zurdo, era la solución que había encontrado para tocar música en un mundo hecho para diestros. "Cuando era niño me parecía hacer todo al revés. Yo solía escribir al revés y cada vez que los maestros de mi escuela miraban mi libro, solían tener ataques. No importa lo mucho que lo intenté, nunca pude alterar el hábito", contó McCartney en 1999 en una entrevista a la BBC.

Inadaptados, poco hábiles, delincuentes... Por ser minoría (sólo el 10% de la población en el mundo usa principalmente la mano izquierda), a lo largo de la historia tuvieron que lidiar con estigmatizaciones. En el francés la palabra zurdo está ligada con torpeza; en otras partes se los vincula también con la palabra "siniestro" y en Albania hubo una época en que era ilegal ser zurdo, según relata la escritora estadounidense Melissa Roth en su libro The Left Stuff.

Ahora, sin embargo, está demostrado que la mente de los zurdos está muy lejos de carecer de habilidad. Recientes investigaciones están demostrando, por ejemplo, que ellos tienen más desarrollado el pensamiento divergente o lateral. Es decir, ese tipo de razonamiento que se separa de los patrones habituales en la resolución de los problemas y tiene la capacidad de buscar soluciones alternativas, más creativas o ingeniosas.

El hombre delincuente

Fue a finales del siglo XIX, cuando el trabajo del criminalista italiano Cesare Lombroso catapultó el estigma de los zurdos. En su libro El hombre delincuente declaró que las personas con frente estrecha, orejas pronunciadas y que usan la mano izquierda eran sociológicamente degeneradas y proclives a la violencia. Había descubierto que los zurdos eran tres veces más comunes de encontrar en la población criminal que en la vida cotidiana.

Años después de su publicación, en Inglaterra, ni los ladrones diestros querían salir a robar con los zurdos. El mito era que daban mala suerte y que era más probable que fueran atrapados. Roth, en su libro, menciona que viéndolo a la distancia, lo más probable es que los zurdos tuvieran más dificultades para abrir cerraduras y cajas fuertes diseñadas para los diestros y que, por tanto, eran más torpes y se demoraban más, dando más posibilidades de ser atrapados.

A principios del siglo XX pasaron de ser los delincuentes a "niños problema". En esa época, la idea de evitar que los niños "se convirtieran" en zurdos estuvo presente en profesores y padres. En la primera década del siglo, según cuenta Roth en su libro, se publicaron libros de educación que recomendaban que los niños utilizaran la mano derecha. Incluso algunos decían que la mano izquierda se pusiera detrás de la silla para evitar su uso.

Y aunque hubo una mayor aceptación de los zurdos en los 40, cuando surgieron movimientos que impulsaban métodos educativos más democráticos, la idea de evitar niños zurdos prosperó incluso pasada la mitad del siglo XX. Era la época en que los profesores de Paul McCartney se escandalizaban porque escribía "al revés". Eran los niños inadaptados. Los rebeldes que no se adscribían a las reglas. Esos mismos que más de alguna vez, sobre todo aquellos que iban a colegios más estrictos, recibieron golpes en los nudillos con la regla por escribir con la mano equivocada. Donde no existía la posibilidad de que el mundo se adaptara a ellos.

Una política que en los años 70 fue mucho más fuerte en países como España o Italia. En las décadas siguientes, las presiones sobre estos niños fueron decayendo, sobre todo cuando la relación entre padre e hijo fue menos exigente. Ahí comenzaron a existir útiles para ellos. Sin embargo, el cambio tardó.

Incluso muchos zurdos jóvenes lo recuerdan hoy. Durante su etapa escolar tuvieron que lidiar con los rojos en Arte por no saber cortar bien con las tijeras, con los retos por tener siempre la mano manchada de tinta o buscar la posición perfecta para poder escribir en un pupitre creado para diestros. En un estudio realizado en 1990, el 55% de las personas que utilizaban su mano izquierda reconoció que en algún momento de su vida sus padres o profesores los instaron a usar la mano derecha. Incluso, el 24% de los más jóvenes alguna vez sintió la presión para cambiar de mano al escribir.

"Hoy sabemos que ser zurdo es parte del repertorio fisiológico de la especie humana. Tenemos claro también que forzar a los zurdos a convertirse en diestros es una muy mala práctica", dice a Tendencias Andrei Medvedev, profesor del Centro de Imagen Funcional y Molecular de la U. de Georgetown.

Las últimas investigaciones

Casi a la par, comenzaron a surgir las investigaciones que intentaron encontrar algún vínculo científico entre ser zurdo y ciertas enfermedades. A fines de los 70, por ejemplo, un sicólogo aseguró que los niños zurdos eran más propensos a experimentar patalogías mentales. Y otro sicólogo, el canadiense Stanley Coren, dijo en los 90 que los zurdos se morían más rápido, eran más pobres y más propensos a sufrir retrasos físicos y mentales.

Era tanto que, incluso, cuando a principios de su mandato George H. W. Bush (uno de los tantos presidentes zurdos de Estados Unidos, 1989-1993) tuvo que ser internado por un problema en las glándulas tiroides, un doctor salió dando una explicación: "Las personas zurdas son más propensas a las enfermedades tiroideas autoinmunes".

Hoy se sabe que los zurdos existían incluso hace 500 mil años. Y como parte de la reivindicación, se sabe que no hay diferencias en inteligencia por escribir con una u otra mano. Aun más. Se ha demostrado que, por usar más su hemisferio derecho, tienen un pensamiento divergente superior y que suelen ser mejores en los deportes.

Casi la única duda que persiste es por qué los zurdos son zurdos.

Algunos dicen que si un padre es zurdo, lo más probable es que su hijo también lo sea. Es decir, cuestión de genes. Otros, que depende de lo que sucede durante su gestación. "Lo que hoy sabemos es que no es del todo debido a la genética . Eso es porque los gemelos idénticos (que comparten los mismos genes) pueden tener diferente uso de las manos y que ocurre con bastante frecuencia. Hay algunas pruebas de que está relacionado con el nivel de oxígeno en el útero de la madre o de otros factores bioquímicos, pero nadie sabe a ciencia cierta", explica a Tendencias Daniel Abrams profesor de la U. Northwestern.

Para los zurdos saber el porqué, a esta altura, es un pelo de la cola. Se conforman con su reivindicación, con sus tiendas sólo para ellos, con poder escribir con la mano que les resulta fácil, con un día que conmemora que son minoría.

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