La influencia de la parroquia de El Bosque durante los años 80

<P>La personalidad del sacerdote y la cercanía con centros de poder hicieron de la iglesia una de las favoritas de la época.</P>




Sólo después de 25 años de trabajo en la parroquia del Sagrado Corazón de El Bosque, donde llegó recién ordenado y con 28 años, el sacerdote Fernando Karadima fue nominado como párroco del templo.

Desde su designación, en 1983, la parroquia se transformó en un ícono para la elite y la iglesia católica en los 80.

A ello también contribuyeron la personalidad y el trabajo pastoral que Karadima había realizado años anteriores con estudiantes de colegios del sector oriente, grupo denominado "los bosqueanos", quienes finalmente se transformaron en "Acción Católica", entidad pastoral juvenil fundada por el sacerdote en El Bosque, que aún persiste. Otro factor para el crecimiento de la parroquia fue su ubicación geográfica, que derivó en que sus feligreses estuvieran vinculados con el poder político y económico de la época.

Sus misas eran de las más concurridas de la capital y más de un centenar de personas repletaba cada domingo el templo, para escuchar sus prédicas, en las que era posible encontrar a empresarios, políticos y familias tradicionales y vecinos del sector.

La iglesia fue pronto reconocida porque asistían familias tradicionales y también -pese a que varios de los asistentes a las ceremonias de Karadima dicen que no se trataban temas políticos en sus homilías- como cercana al gobierno militar. La situación era contraria a cierta tendencia de la Iglesia de entonces, más comprometida con las ideas de izquierda y la oposición.

También fue relevante para la consolidación de su importancia el trabajo de "Acción Católica", que diariamente congregaba a hijos de familias del sector y a estudiantes de colegios del sector oriente, quienes realizaban diversos servicios religiosos (catequesis, confirmaciones, etc.) en la parroquia.

Otro factor que ayudó a consolidar la importancia de la parroquia en la época fueron las vocaciones que despertó el trabajo de Karadima, donde más de 50 sacerdotes salieron de sus grupos de jóvenes. De ellos, hay cinco obispos en ejercicio.

Este último punto hizo que la parroquia fuese apreciada por la jerarquía eclesiástica chilena de la época, aunque despertaba inquietudes en cierta facción del clero. Era frecuente ver en ceremonias importantes del Sagrado Corazón de El Bosque a personeros como el nuncio apostólico Angelo Sodano, quien luego fue secretario de Estado del Vaticano; al cardenal Jorge Medina o al arzobispo de Santiago Juan Francisco Fresno.

Pasados los 80, el boom decayó, pero la parroquia mantuvo un importante núcleo de feligreses y redes consolidadas en la Iglesia chilena.

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