La "Jefa de campaña" de Ossandón
<P>Ximena Irarrázaval, la madre del ex alcalde de Puente Alto y aspirante a senador por Santiago Oriente, Manuel José Ossandón, ha jugado siempre un rol clave en el destino político de su hijo. Desde acompañarlo en todas sus campañas, en los puerta a puerta, hasta ser un enlace para conseguir recursos. Además, ella es quien lo reprende por sus salidas de libreto. "Me llama y me reta", cuenta el hijo.</P>
-No quiero seguir con esto -dijo Manuel José Ossandón-. Quiero dejar la política.
Su madre, Ximena Irarrázaval, no podía creer lo que escuchaba.
Era 15 de marzo de 2000. El menor de los hijos varones había despuntado como alcalde de Pirque por ocho años, y se enfrentaba a una nueva reelección. Pero Manuel José dudaba, por primera vez en su breve aunque exitosa carrera política, de hacerlo por el resto de su vida. Ya no quería seguir al mando de la comuna. Por ese motivo caminó desde su casa, en Santa Rita de Pirque, hasta la de sus padres, ubicada al frente de su hogar, y se los contó. Su madre y su padre estaban aún acostados en el dormitorio principal, cuando Ossandón hizo el anuncio. Luego de reponerse de la impresión, doña Ximena tomó la palabra. Y la iniciativa.
-¿Cómo se le ocurre? Si usted tiene una vocación clara, usted lo hace bien -le dijo con voz fuerte, incluso con dureza-. Esto es su carrera política y tiene que seguir. La gente lo necesita y lo quiere, ¡cómo se le ocurre decir algo así!
Manuel José Ossandón no supo qué responder. Miraba a su madre, paralizado. Ella continuó con el ataque, que su hijo recordaría, hasta el día de hoy, como una de las grandes lecciones que tuvo en sus inicios como político profesional.
-No tengo ninguna duda de que usted va a encontrar pega en cualquier otro lado -le advirtió Ximena Irarrázaval-. Pero no va a ser feliz. Eso téngalo claro.
Como si fuera un niño, Manuel José Ossandón salió del dormitorio de sus padres con la cabeza agachada y regresó a su casa. "Ahí empecé a masticar esta idea y pensé: Bueno, puede ser, probemos", recuerda. Entonces, ese año se presentó como candidato a la alcaldía de Puente Alto, apostándolo todo. Su determinación de luchar por una comuna mucho más grande que Pirque fue acertada. En esa elección -apoyado por RN- le ganó al entonces alcalde y caudillo local del Partido Socialista, Sergio Roubillard, con el 45% de los votos. Cuatro años después, en su primera reelección como edil de Puente Alto, volvió a postular y venció con el 60% de los votos. Y el año 2008 alcanzó su tercer mandato consecutivo, con el 70%.
Su madre tenía razón.
Ximena Irarrázaval (79) no se arrepiente del consejo que le dio esa mañana de marzo de 2000. De hecho, ese fue sólo el primero de muchos que le ha dado hasta hoy. Ximena Irarrázaval mira los pasos que da su hijo en política. Observa, atenta, cada palabra que él dice. Y cada vez que algo no le parece bien, es la primera en amonestarlo. Así pasó cuando en una de sus últimas entrevistas el ex edil dijo que Pablo Longueira "está muerto". "Ella me llamó y me retó: 'Usted no puede decir eso de Longueira, porque es absolutamente peyorativo' Y tenía toda la razón, porque yo lo que quise decir es que ya no es candidato. Pero sonó feo y reconozco que me equivoqué", dice Ossandón.
Lo mismo sucedió cuando el actual vicepresidente de RN hizo las primeras críticas hacia el gobierno de Sebastián Piñera. "Ahí me retaba firme, porque no las entendía. Yo le decía: 'Este gobierno viene en picada, no interpreta a la gente, no tiene afecto'. De a poco empezó a darse cuenta de que yo tenía razón", cuenta el ex alcalde de Puente Alto.
Además de la casa en Pirque, Ximena Irarrázaval y su marido tienen otra en Las Lomas de La Dehesa. Sentada en la salita de esta última, la madre reconoce que hay ocasiones en que su hijo dice demasiadas cosas. Que, como ella, es de pensamiento hablado. Y por eso lo llama para decirle que no siempre se puede decir todo lo que uno piensa. "Le he llamado la atención. Porque es distinto hablar con amigos que decirlo delante de las cámaras".
De sus seis hijos, Manuel José es a quien más aconseja. Lo dice el ex alcalde: "Nosotros somos súper parecidos. Por eso ella tiene la libertad de mandarme a la cresta, porque yo no me voy a ofender. Hay otros hijos a los que no se atreve a decirles todo…", dice. Y entre las frases que su madre suele repetirle, hay una que Ossandón recuerda a fuego:
-No quiero que te transformes en el matón de la política.
Según un cercano a la familia, el caso de Ximena Ossandón -famosa por calificar de "reguleque" su sueldo como directora de la Junji- es de los que más incomoda a la madre. Si bien son muy unidas, a Ximena Irarrázaval no le ha gustado el camino político de su hija, pero ya no se lo dice, porque ella no la escucha.
Campaña para elegir alcalde y concejales de Puente Alto. Mediados de octubre de 2012. Manuel José Ossandón seguía como edil de la comuna, pero ya no buscaría su cuarto mandato. Buscaba dar otro paso: una senatorial. Eso no significó que su madre olvidara los puerta a puerta que tanto le gustan: otro miembro de su familia necesitaba su ayuda.
-Buenos días, soy la mamá del alcalde- se presentó Ximena Irarrázaval a un grupo de mujeres. Iba con su nieta, Bernardita Paúl, hija de Ximena Ossandón, quien se postulaba como concejala en Puente Alto y sería electa con el 13% de los votos.
-¡Cacha, la mamá del alcalde! -gritó una de las vecinas.
-La suegra de Puente Alto -dijo otra.
Para la campaña de su nieta, Ximena Irarrázaval calcula que salió a hacer puerta a puerta entre 10 y 12 veces. De 10.30 a 14.00, y luego en la tarde, de 15.30 a 18.00. "Le di también algo de plata, muy poco. Le regalé algunas palomas", dice.
No es la primera vez que se paseaba por las poblaciones. Según Manuel José Ossandón, en todas sus campañas ella lo ha ayudado "en terreno, o con lucas o con ideas".
Cada vez que el ex alcalde, como candidato, no podía ir a recorrer algunos sectores de Puente Alto por topes de agenda, llamaba a su madre para que lo reemplazara. No era algo planificado, sino más bien espontáneo. Generalmente hacía los recorridos junto al diputado RN Leopoldo Pérez o a su hija Ximena Ossandón. "Yo me dejaba guiar", reconoce la madre. En su casa de Pirque, guardaba algunos carteles.
En contadas ocasiones se coordinaba con el comando, pero funcionaba más bien a los llamados que le hacía su hijo. "Eso sí, varias veces hizo asados en su casa de Pirque para la gente del comando", dice Ossandón.
La presencia de la madre no desaparecía luego de que él resultaba electo. Mientras su hijo era alcalde, ella seguía reuniéndose con la gente de los centros de madres y juntas de vecinos. Y, claro, estaban sus llamadas por teléfono al hijo; esta vez ya no para reprenderlo, sino para dar ideas para mejorar programas comunales.
Ximena Irarrázaval se casó con Roberto Ossandón apenas salió del colegio, en 1956. Inmediatamente tuvo a sus tres primeros hijos: Roberto, Rafael e Ignacio. Con una diferencia de tres años nació Manuel José, luego Ximena y finalmente María Olga. Cuando los niños eran chicos se fueron a vivir al campo, a una parcela de 20 hectáreas en Pirque que heredó Ossandón padre.
En ese momento ella comenzó a pensar en un trabajo. "No era que me faltara nada, pero teníamos una grata medianía. Ahí se me ocurrió hacer manjar. Empecé de forma casera. Conseguí clientes hasta que armé de frentón una fábrica", dice. Hoy, sigue a cargo de su empresa. "Todas las pastelerías buenas de Santiago de dulce chileno ocupan su manjar", cuenta su hijo.
Hace más de 40 años, cada día y en una Renoleta, Ximena Irarrázaval partía a dejar a sus hijos al colegio Tabancura, en el barrio alto, desde Pirque. En el auto también echaba tarros de 20 kilos de manjar y los repartía en las pastelerías.
De esa manera comenzó tejer una red de contactos en Puente Alto. Todas las pastelerías del sector querían su manjar. Además, fue haciéndose de un nombre. "Mi mamá era súper líder en la comuna. Organizaba la Navidad, trabajaba en la junta de vecinos, conocía a los comerciantes. Por eso conocí tanto Puente Alto, porque mi mamá era amiga de todos", cuenta su hijo.
Ximena Irarrázaval es de derecha, aunque no milita en ningún partido. Cuenta que conoce al Presidente Piñera, porque el Mandatario es cercano a su hijo Roberto Ossandón. "Y cuando Sebastián Piñera iba para senador (en la elección parlamentaria de 1989), le di dos fiestas en el campo de Pirque con los inquilinos. Una con las señoras y otra con los maridos, donde él terminó cantando 'El Rey' en guitarra", recuerda.
Sobre un mueble de su casa de La Dehesa tiene una foto donde el Mandatario, recién electo, aparece en un desayuno con pobladores de Puente Alto organizado por Ximena, quien también está en la imagen.
Por todo eso, por sus acercamientos previos con el Presidente, es que a ella, al principio, le habrían dolido tanto las críticas públicas que su hijo Manuel José Ossandón le hacía al Presidente y su gobierno.
Ximena Irarrázaval siempre tuvo personalidad fuerte. Manuel José Ossandón la recuerda así: "Ella era la que nos castigaba, la que iba al choque con nosotros. Mi papá jamás nos iba a castigar".
La madre tenía colgadas, atrás de la puerta principal de la casa, unas riendas que usaba cuando sus hijos se portaban mal. "Muchas veces yo me mandaba una cagada, entonces entraba despacito y por detrás me llegaba el palo con todo. Pero con todo. No hallaba cómo mierda hacer desaparecer esas riendas".
De todos sus hijos hombres, Manuel José fue el único que no ingresó a la universidad. Sacó el título de Técnico Agrícola en el Inacap. Aún así, dice que, después de sus malas notas y de las rabias que le hizo pasar, su madre está orgullosa de él. "Le gusta tener a un hijo metido en el servicio público. Porque a ella le gusta".
Ximena Irarrázaval nunca se imaginó que su hijo sería político:
-Nadie daba ni un cinco por él cuando empezó porque era muy chico. Hasta yo le di poco boleto. Le he venido a tomar el peso ahora, que la cosa está pasando a mayores.
Ahora que su hijo va camino a una senatorial.
El día después de Navidad. Manuel José Ossandón cruza una vez más la calle que separa su casa de la de sus padres en Pirque. Llega donde su mamá, que lo espera. Es una casona de campo. En el pasillo que da a la pieza principal hay una pared con una colección de brujas.
-La peor bruja es la que duerme allá al fondo -dice el hijo.
Para la próxima campaña senatorial de su hijo, en la difícil circunscripción de Santiago Oriente (donde deberá medirse con el candidato de la UDI, ya que el otro cupo está asegurado para la Concertación), la madre tendrá un papel importante. No sólo para el trabajo en terreno, sino también para conseguir financiamiento.
En las campañas anteriores de su hijo Manuel José, ella consiguió recursos. La planificación la hacía junto a Roberto, su hijo mayor. "En las platas yo no me meto. Mi mamá me conseguía y después lo veía con mi hermano Roberto. En la campaña pasada se habrá conseguido unos 50 millones de pesos. Pero para esta voy a necesitar mucho más", dice el ex alcalde de Puente Alto.
Y agrega: "Ella me puede ayudar tanto en el Cerro 18 como en La Dehesa. Podría dedicarse a la gente del sector del barrio alto. Armar verdaderas redes de opinión para que vean que estoy comprometido con esto. Ella es súper buena para conseguir donaciones entre sus amistades".
"Me piden porque consideran que tengo llegada con la gente, porque a mí no me cuesta", dice la madre.
Desde que entró en política, Manuel José Ossandón ha recibido el apoyo monetario de sus padres. Según Roberto Ossandón padre, cuando ellos le pidieron que fuera candidato a la alcaldía de Pirque, el hijo aceptó con la condición de que su padre siguiera dándole el mismo sueldo que le pagaba por trabajar en su campo. Así fue. "Hasta hoy sigo pagándoselo", cuenta el papá.
Ossandón no se avergüenza de ello. Con el dinero que le dan, dice, ha podido pagarle el colegio San Isidro a sus ocho hijos.
Hoy, Ximena Irarrázaval está contenta con la decisión que tomó su hijo de dejar la alcaldía: "Me gustó, es una persona que tiene que ir subiendo. Le dije que me daba susto porque no es una campaña fácil. Pero no hay enemigos chicos. Así que pretendo ayudarlo en todo, recorriendo casa a casa, difundiéndolo entre mis amistades y también financieramente, porque las campañas no son gratis". Está a la espera, dice, de acordar cuál será el plan de ataque.
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